En Chile, las enfermedades crónicas no transmisibles están en auge. Además, el país enfrenta el envejecimiento de la población, lo que trae consigo nuevos problemas de salud, en especial en el manejo de la demencia.
Esta condición crónica se manifiesta en un deterioro de distintas funciones cerebrales, sin distinguir género ni situación económica. Suele ir acompañada de alteraciones en la memoria, en el comportamiento y en el manejo de actividades cotidianas.
De acuerdo con la Encuesta de Dependencia, la demencia en Chile tiene una prevalencia de 7,1% en las personas de 60 años o más. Esto significa que 199.511 chilenos en ese rango de edad podrían tener esta condición.
Si bien todavía no es posible prevenir todos los factores de riesgo dado que no se conocen todas sus causas, se pueden implementar estrategias enfocadas en la estimulación cognitiva, como la escritura o la toma de apuntes.
De acuerdo con el psiquiatra Enrique Rojas, el “ejercicio continuo, como la escritura o las reglas mnemotécnicas, y la estimulación adecuada” están entre las mejores alternativas para mantener el cerebro activo.
Ejercitar la memoria no solo fortalece la agilidad mental, sino que también puede prevenir o retrasar la aparición de daños neurodegenerativos y así ayudarnos a llevar una vida más autónoma y de calidad.
“Así como entrenamos habitualmente los músculos, también tenemos que ejercitar la memoria con hábitos simples, pero efectivos”, postula el experto.
De hecho, el acto de escribir pone en marcha zonas muy específicas del cerebro, en particular el lóbulo frontal, ayudando así a organizar y retener información en el hipocampo. Esto proporciona una estructura más clara de lo que aprendemos, aumentando así la capacidad de recordar en el futuro.

Los ejercicios que deberías hacer para fortalecer la memoria
“Hoy sabemos que una persona que va a clase y no toma apuntes, todo lo que ha escuchado desaparece. Si, por el contrario, toma apuntes, se activa un territorio que es el polo frontal, con lo cual hay una mayor nitidez de la información que llega y eso se almacena en el hipocampo de forma ordenada”, indica Rojas.
Más allá de la escritura, el psiquiatra también pone énfasis en la importancia de la clasificación de información a partir de reglas mnemotécnicas. Esto permite que el cerebro asocie hechos o datos a determinados símbolos, imágenes o frases más fáciles de recordar.
Las reglas mnemotécnicas están concebidas así para destacar determinados contenidos, ayudando tanto a retener como a encontrar más rápido esa información cuando se necesita.
Un ejemplo frecuente es el uso de acrónimos, formados con las letras de varias palabras, para dar lugar a nuevas expresiones más fáciles de recordar.
Así, podemos recordar el orden de los planetas en el Sistema Solar: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, a partir de una expresión. “Mi Vieja Tía María Jamás Supo Usar Números”. Así, cada palabra corresponde a la primera letra de cada planeta.
Esta técnica proporciona una estructura más organizada y más fácil de recordar, ayudando así al cerebro a encontrar más rápido aquel conocimiento cuando lo necesita.
Además, también podemos formar historias o rimas que relacionen ideas más complejas con hechos más familiares. Eso permite tanto retener como a recordar con mayor facilidad.
Mantener una estructura organizada en el almacenamiento de los recuerdos es clave para que el cerebro pueda encontrar la información cuando más la necesita.