Según la escala de Fitzpatrick y en base a la presencia de melanina (sustancia que produce la pigmentación), las pieles se clasifican en seis fototipos.
Y entre ellos, dos corresponden a pieles morenas: piel morena clara y piel morena oscura. Descubre cuál es la tuya y sácale partido a tu maquillaje con estos tips.
Piel morena clara
Se caracteriza por ser un cutis con sub-tonos oliva, de un bronceado natural que difícilmente se quema con el sol. Quienes poseen este tipo de piel, suelen tener el cabello castaño oscuro y los ojos cafés.
Ojos: Decántate por sombras en colores berenjena, azul cobalto, verde, cobre y dorado. Cualquiera de ellos resaltará el tono de tus ojos. O bien, si prefieres algo más sutil, entonces una tonalidad miel te quedará perfecta.
Mejillas: Escoge un rubor con matices rosas y malvas que balanceen los sub-tonos oliva.
Labios: Por tu color de piel, selecciona labiales en tonalidades cerezas, cafés-rosados y vinos.
Haz esto: Eleva tu maquillaje aplicándote un iluminador en lagrimales, pómulos, puente de la nariz y un poco en la cuenca superior del labio.
Evita: Los bronzers anaranjados. Mejor aprovecha tu brillo natural.
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Piel morena oscura
Las que poseen este cutis se identifican por tener el cabello y los ojos negros o café oscuros, mientras que su piel morena desprende un matiz caramelo oscuro. Se broncean con mucha facilidad y raramente se queman con el sol.
Ojos: Para resaltar los ojos oscuros, elige un verde azulado, un dorado rosa o sombras azafranadas. O también puede ser un smokey eyes con tonos grises y negros.
Mejillas: Busca un rubor en tonalidades miel, caramelo y durazno.
Labios: Tu boca lucirá radiante en colores nude-rosados, cafés claros y corales. No obstante, si buscas un make-up más intenso, intenta con un labial color ciruela, vino o rojo intenso.
Haz esto: Tanto si elegirás unas sombras más claras u oscuras, potencia tu mirada con un delineado negro a ras de tus pestañas superiores.
Evita: Los colores neon y el excesivo brillo en los labios.
