Amor

El poliamor es más satisfactorio que la monogamia, indica la ciencia

Un nuevo estudio concluyó que tanto en erotismo como intimidad, se disfruta más en las relaciones múltiples que en las monógamas.

Las relaciones múltiples o el poliamor están cada vez más presente en nuestra sociedad.

Y al respecto, un estudio de la Universidad de York (Toronto), reveló que éstas resultan más satisfactorias que la monogamia.

Qué es qué

Lo primero es aclarar conceptos. El de monogamia responde a una pareja exclusiva.

El de poliamor, en tanto, hace referencia a una relación en la que hay involucradas tres (o más) personas, que tienen un vínculo emocional y pueden o no tener también un vínculo sexual.

La mayoría de las relaciones de poliamor están formadas por tres individuos. Y un estudio previo, de la misma universidad, demostró  que en la mayoría de ellas se acaba estableciendo una pareja primaria, con la que el individuo mantiene una relación más parecida a la monogamia, y una secundaria.

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El estudio

Después de analizar mediante un test empírico a 2.183 personas monógamas y 1.168 personas polígamas, los investigadores observaron que las personas en situaciones de poliamor experimentaban mayor grado de satisfacción en todos los aspectos de sus relaciones.

El estudio se abocó en dos aspectos: el erotismo (sexo, pasión, placer) y la intimidad (confianza, comodidad).

En una relación, lo habitual es que se pase por una primera etapa de pasión desbocada, para dar paso a otro nivel en el que se pierde un poco la pasión y se aumenta la intimidad entre los integrantes de la pareja.

En el caso de las personas polígamas, los datos evidenciaron que tienden a satisfacer las necesidades de intimidad con su compañero “primario” y a expresar su erotismo con el compañero “secundario”. Y no solo eso, sino que alcanzan la satisfacción en ambos campos con mayor éxito que los monógamos.

‘Las personas en relaciones de poliamor experimentan una mayor intimidad con su pareja primaria (comparada con la secundaria y con las parejas monógamas). Y un mayor erotismo con su pareja secundaria (comparada con la primaria y con las parejas monógamas)’.

En otras palabras, al tener ambos ‘mundos’ separados, no se perjudican entre sí, a la vez que disfrutan más.


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