Los cotonitos, esas varillas con algodón en sus dos extremos, son uno de los elementos más utilizados por las personas luego de la ducha diaria.
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Sin embargo, y a pesar de que pudieran parecer muy inocentes, pueden revestir grandes riesgos para quien los use. Médicos y especialistas hacen un llamado de alerta por los daños que puede causar su uso.
Un reciente informe publicado en el «Journal of Pediatrics» de Estados Unidos dio a conocer que papás y mamás siguen utilizando este objeto para la limpieza del oído de sus hijos, llegando muchos de estos a urgencias por accidentes debido al uso de cotonitos.
Además de las heridas que puede causar en la piel del canal auditivo, la varilla puede ocasionar problemas asociados al algodón. «Cuando el algodón se ha quedado en el oído por mucho tiempo puede causar una otitis externa e intentar retirarlos puede causar un trauma adicional», explica Jorge Alfaro, de la rama de Pedriatría Ambulatoria de la Sociedad Chilena de Pediatría, a diario «La Hora».
Todos estos riesgos surgen desde la creencia de que los oídos se limpian por dentro, cuando los cotonitos son sólo para la limpieza externa, es decir, la oreja. «En Chile hay una cultura de desconocimiento acerca de lo peligrosos que pueden ser estos artículos de limpieza», indica el doctor Gustavo Valderrama, Jefe de Urgencia Infantil de Clínica Dávila.
El cerumen de los oídos «tiene una función protectora, previene infecciones, protege de dolores de oídos por aire frío y cuida el tímpano», agrega.