Las crisis de ansiedad están relacionadas con momentos de estrés o acontecimientos traumáticos, aunque pueden darse incluso en situaciones de calma. Según un estudio publicado por la Sociedad Internacional de Trastornos Afectivos, más del 10% de las personas en España ha sufrido uno episodio de ansiedad.
Según el psicólogo Cano Vindel, los ataques de pánico o de ansiedad son una reacción emocional extrema de alarma que lleva a provocar miedo, manifestó al portal Verne.
Cano explica que estos episodios de pánico crecen porque se desconocen los síntomas que se tienen, lo que aumenta la ansiedad del momento. «Son similares a los de una situación de ansiedad común, la misma que puede sentirse al hacer un examen o una entrevista de trabajo«, explica, «pero al aparecer sin explicación aparente, producen miedo e inquietud». A su vez, ese miedo e inquietud retroalimentan los síntomas.
La clave para minimizar los ataques e incluso evitarlos es, por tanto, conocer la sintomatología «para no magnificarla y saber que no puede producirnos ningún daño», señaló el profesional.
Síntomas para identificar un ataque de ansiedad
Entre los síntomas que presenta un ataque de pánico, dentro del Manual de diagnóstico de trastornos mentales de la Asociacón Estadounidense de Psiquiatría, Cano enumera:
- Incremento brusco de la sensación de ansiedad y miedo
- Taquicardia
- Palpitaciones fuertes
- Aumento de la temperatura corporal
- Sudoración
- Temblores
- Sensación de irrealidad
- Despersonalización (sentirse fuera de uno mismo) o desrealización (sensación de que lo que ocurre no es real)
- Temor a morir, a perder el control o el conocimiento
- Sensación de ahogo.
- Sofoco
- Opresión o malestar toráxico
- Sensación de entumecimiento u hormigueo.
Si bien en los ataques de ansiedad no tienen por qué aparecer todos los síntomas, siempre aparece la sensación de miedo, más otras cuatro señales arriba enumeradas. Tienes que recordar que esta patología se inicia bruscamente y es incontrolable llegando a su máxima expresión en los primeros 10 minutos.
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«Los factores que empeoran una crisis son la magnificación y la atención a los síntomas», cuenta el Psicólogo. «También, en los casos de gente que ya ha sufrido alguno, la anticipación: la propia ansiedad que provoca pensar en un ataque puede llegar a provocarnos uno». La clave para el psicólogo es, por tanto, lograr desviar la atención de los síntomas en cuanto aparezcan, para no agravarlos.
