Según el último informe de matrículas en educación superior del Mineduc, en 2024 las mujeres representaron el 53,3% de la matrícula total en educación superior, mientras que los hombres constituyeron el 46,7%, tendencia que se mantiene en alza desde hace tres años.
Asimismo, de acuerdo con los datos entregados por el organismo público, las mujeres que ingresaron a carreras de pregrado en institutos profesionales (IP) representaron el 16% de la matrícula total en educación superior.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, estas cifras destacan el compromiso de cientos de mujeres, jóvenes y niñas que tienen con la educación, en orden con la equidad de género y el esfuerzo por mejorar su calidad de vida a través de alcanzar oportunidades laborales exclusivas para técnicos o profesionales.
En este sentido, la educación online, desde que se impartió por primera vez en Chile en 2008 por el Instituto Profesional IACC, ha sido un impulsor fundamental para que tanto mujeres como hombres de todo el país puedan acceder a nuevas alternativas de aprendizaje, con el objetivo común de obtener un título profesional.
Según Francia Maulén, directora General Académica de IACC, “el fortalecimiento de programas de acompañamiento de acuerdo con su perfil de ingreso y la visibilización de los múltiples desafíos que enfrentan las estudiantes y que son fundamentales para lograr una educación más inclusiva y equitativa”.
Acortando brechas de género en rubros históricamente masculinos
El lema de la ONU para este 8M es “Para las mujeres y niñas en TODA su diversidad: Derechos, igualdad y empoderamiento”. En el ámbito de la educación, a pesar de los avances significativos, la participación femenina en las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas) continúa siendo baja, con solo una de cada cuatro matrículas pertenece a mujeres. Esta situación que se ve agravada por el penúltimo lugar que ocupa Chile en cuanto a mujeres graduadas en carreras STEM entre los países de la OCDE.
Lo anterior, necesita un cambio, sobre todo después de conocer que el único sector donde no existe diferencia salarial entre mujeres y hombres es el rubro STEM, según la 12° Guía Salarial de cargos tecnológicos de IT Hunters.
En cuanto a las acciones realizadas por las instituciones de educación superior para acortar las brechas de géneros en estos rubros históricamente masculinos, IACC ha implementado iniciativas específicas para fomentar la participación de mujeres en el ámbito profesional STEM, a través de un programa de becas.
Por ello, está disponible la Beca Mujer Tecnologías de la Información dirigida a mujeres que postulan por primera vez a carrera de la Escuela de Tecnologías Aplicadas. Esta beca busca contribuir al desarrollo de la igualdad de género en profesionales de las TIC.
Otros beneficios que van es esta línea son la Beca Mujeres de Excelencia, que reconoce el buen rendimiento en enseñanza media y la Beca Mujer en la Minería, dirigida a quienes trabajan en el rubro y desean sacar un título técnico, profesional o completar sus estudios. Otra iniciativa es la alianza que mantienen con Women in Mining Chile para impulsar la participación de sus alumnas en la minería.
El futuro necesita más mujeres en STEM
Catalina Chávez, se encuentra en su último año de Ingeniería en Informática, le apasiona resolver problemas y entender cómo funcionan las cosas. Desde muy pequeña ha mostrado interés por la innovación, hasta que finalmente se decidió por una carrera nada tradicional para mujeres: “la tecnología y la ingeniería ofrecen herramientas poderosas para mejorar el mundo, y me motiva la idea de ser parte de ese cambio”.
Oriunda de Calama, Catalina, es de personalidad optimista, sorora y a pesar de disfrutar de largas tardes con sus amigos, tiene bien claro su norte: “mis metas son continuar especializándome en ciberseguridad e inteligencia artificial, contribuir al crecimiento de la tecnología con soluciones que revolucionen la industria donde trabaje en el futuro”.
Aunque Catalina ha elegido forjarse camino en un rubro tradicionalmente masculino, considera que gracias a las herramientas otorgadas por IACC la han motivado para continuar: “pude acceder a la Beca Mujer Tecnologías de la Información, y ha sido una experiencia muy enriquecedora. Creo que este tipo de iniciativas son clave para motivar a más mujeres a sumarse a carreras tecnológicas y demostrar que tenemos un papel fundamental en la industria”.
Con una opinión clara y nada convencional, Catalina, futura ingeniería informática de IACC, considera que el rubro STEM poco a poco está cambiando, siendo cada vez más equitativo entre hombres y mujeres: “pienso que el conocimiento y la innovación no tienen género, lo importante es la capacidad y la determinación de cada persona”.
Bajo esa misma lógica, eligió estudiar en IACC porque: “me permite organizar mi tiempo de manera más flexible, acceder a recursos globales y aprender a mi propio ritmo sin estar limitada por la ubicación geográfica”.
Como un último consejo desde su experiencia de alumna, Catalina tiene para todas aquellas jóvenes y niñas que deseen estudiar carreras STEM que: “no tengan miedo. La tecnología es para todas, y con esfuerzo, dedicación y apoyo, pueden lograr lo que se propongan. No dejen que los estereotipos las limiten, porque el futuro necesita más mujeres en STEM.
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