La pareja de Tita Ureta es Spiro Razis, un destacado skater chileno. Su historia de amor comenzó desde muy jóvenes: se conocieron cuando Tita tenía solo 12 años, pero la vida los volvió a cruzar tiempo después, iniciando así una relación que culminó en matrimonio en 2022.
La boda se celebró en una playa de Costa Rica, un lugar especial para ambos, ya que comparten una profunda conexión con el mar.
Actualmente, Spiro Razis tiene 48 años y Tita Ureta 33, pero la diferencia de edad nunca ha sido un impedimento en su relación.
En conversación con FMDOS, la periodista de Mega destacó el rol fundamental de su esposo durante su debut en el Festival de Viña 2025 y en los momentos más significativos de su vida.
«Spiro es mi mayor contención. Me escucha, me aconseja, son más de 13 años juntos y nos hemos visto crecer», expresó.
«Para mí, siempre fue un sueño participar en algo del Festival de Viña y ahora llegó el día, y él va a estar conmigo apoyándome. Me dice que sea yo misma y que disfrute el proceso, en eso estoy jaja», confesó Tita Ureta, quien se siente profundamente respaldada por su pareja.

La historia de amor de Tita Ureta y Spiro Razis
Tita Ureta compartió en el programa "Buenas noches a todos" que su primer encuentro con Spiro Razis ocurrió cuando su papá los llevó a San Martín de los Andes.
"Mi papá nos llevó a San Martín de los Andes, y entró un deportista que hizo que todos se dieran vuelta. Yo le pregunté a mi hermano: '¿Él es Spiro Razis?' y no entendía nada. Es un deportista que mañana va a estar compitiendo en snowboard, es chileno, y mañana lo podemos ir a mirar", relató Tita Ureta en el programa de TVN.
Luego, muchos años después, cuando Tita tenía 21 años y trabajaba en la nieve, se encontró nuevamente con él. Tras un encuentro en una fiesta esa misma noche, comenzaron a salir.
"Mi hermano, cuando llegamos a la cabaña, empezó a mostrarme revistas y yo empecé a alucinar con este hombre. Pasaron muchos años, y aún tengo el recuerdo de haber estado allí, de haber hecho contacto visual. Luego, cuando tenía alrededor de 21 años, trabajaba en la nieve vendiendo helados y también prestaba skis. Fue ahí cuando él se me acercó diciéndome: '¿Me prestas una tabla?' y yo comencé a decirle: 'Sí, yo creo que tú necesitas esta tabla'. Esa noche, nos encontramos en una fiesta y comenzamos a salir. Fue entonces cuando caí en cuenta de que era él", cerról.