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¿Cómo acompañar a l@s niñ@s en tiempos de crisis?

Debido a la crisis social por el que atraviesa nuestro país, adultos como niños se han visto afectados. Y de eso no habla Rodrigo Jarpa.

Nuestro país pasa por un momento difícil y complejo. Si bien esta crisis y la explosión de un darse cuenta masivo –adormecido durante años por productos y discursos- puede ser una tremenda posibilidad; hay temor, angustia, incertidumbre… Esto no solo se presenta en los adultos, sino que también en los niños. ¿Qué podemos hacer nosotros como adultos?

Muchos niños van a estar bien y no hay nada de qué preocuparse. Los que presenten alguna dificultad se recuperaran en el tiempo con apoyo, empatía y comprensión. Hay niños que incluso pueden salir fortalecidos, descubriendo y desarrollando sus propios recursos y resiliencia. El cómo los padres/madres y adultos reaccionemos y enfrentemos lo que está ocurriendo, será determinante en como lo harán nuestr@s niñ@s. Esta puede ser una difícil, pero gran oportunidad para cultivar la inteligencia emocional. Y que no se nos olvide, que independiente de nuestras ideas o colores políticos; los niños nos están mirando. Lo que hacemos o dejamos de hacer, suena mucho más fuerte que lo que decimos, aunque se los estemos gritando.

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crisis niños

Crisis: Algunas sugerencias que te puede resultar útiles

Prestar atención a reacciones o cambios conductuales. Puede haber tantas manifestaciones como niños. Algunos pueden ponerse más “regalones”, dependientes, irritables, o tener conductas que hacían cuando eran menores, etc. Estas son reacciones normales y lo recomendable es abordarlas desde la contención, el cariño y la calma.

Pueden re-aparecer o intensificarse miedos típicos de la infancia. Por ejemplo, a la oscuridad, a estar solos, a dormir sin compañía. Es recomendable que se valide lo que están sintiendo, que los acompañemos en la medida de lo posible, sin minimizar o invalidarlos diciéndoles; no pasa nada, tú ya estas grande como para eso… los abrazos de más de 20 segundos y el cariño físico pueden ser buenos antídotos.

Potenciar un sentido de seguridad a través de la contención emocional y la cercanía. Junto a esto y en la medida de lo posible, volver a la “normalidad” y retomar las rutinas cotidianas. Esto va desde mantener los mismos horarios, horas de estudio, actividades sociales y de juego. El juego es una de las formas naturales en que los niños procesan y comunican los eventos, brindándonos una buena oportunidad para comprenderlos y acompañarlos en el proceso. Los dibujos, el inventar cuentos o canciones también pueden ser tremendamente útiles. Como adultos podemos ir traduciendo junto a ellos sus vivencias y lo que puedan estar sintiendo.

Rutinas en crisis

Limitar la exposición a la TV y las noticias. No deleguemos la información para los niños en los noticiarios, ya que se pueden ver expuestos a contenidos muy explícitos y difíciles de procesar. Esto no implica que tapemos el sol con un dedo y pretendamos que no se enteren de nada. Por el contrario, es importante que ellos manejen cierta información regulada y dosificada. Con esto reducimos su incertidumbre y evitamos que se “pasen películas” que podrían ser peores que la realidad. Si sabemos que han estado expuestos a noticias, radio o situaciones en vivo, es recomendable que lo conversemos con ellos y no hagamos como que nada ha ocurrido. Desde la contención y empatía, vamos co-construyendo y traduciendo sus experiencias. Hacerles preguntas abiertas como: ¿Qué noticias viste? ¿Cómo te sentiste? ¿Tienes alguna pregunta sobre lo que viste?

Prediquemos con el ejemplo. Las reacciones emocionales en crisis son incorporadas en gran parte a través del aprendizaje observacional. Permítete vivir y procesar en privado lo que estás pasando, como para tener los recursos suficientes al estar con ellos. Esto no quiere decir que te transformes en una especie de robot sin emociones, pero no sería recomendable que te vean en extremo angustiado o desregulado. De hecho, el que te vean por momentos triste o preocupad@, puede ser una buena oportunidad de expresarles verbalmente lo que estas sintiendo y mostrarles que es lo que a ti te resulta útil cuando pasas por algo así. Evitemos los mensajes de odio y/o actos violentos de cualquier tipo. La rabia es una emoción absolutamente valida y comprensible en un contexto así, pero el que hacemos con ella y sus consecuencias, es de nuestra absoluta responsabilidad.

Padres crisis

Si quieres saber más sobre el tema escucha “Cómplices, Los Dos” este jueves a las 21:00 horas.

Rodrigo Jarpa es Magíster en Psicología Clínica, Doctor en Sexualidad Humana. Fundador & Docente, Academia de Psicología & Bienestar. Miembro de la American Association of Sexuality Educators, Counselors and Therapists.

Síguelo en su cuenta de Twitter: @rodrigojarpa

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