Un día como hoy 14 de junio, pero de 1864 nació Aloysius Alois Alzheimer, el científico que logró identificar la enfermedad neurodegenerativa que más tarde seria bautizada con su apellido. Aloysius estudió medicina en Berlín, Alemania.
Luego de graduarse en 1887, consiguió trabajo en el Asilo Municipal para Dementes y Epilépticos en la ciudad alemana de Fráncfort.
Como constata National Geographic, es en este lugar donde comenzaría a dedicarse de lleno al estudio del origen de padecimientos mentales y donde conoció a quien seria su compañero de labores, el doctor, Franz Nissl.
Ambos médicos comenzaron a trabajar en el análisis del sistema nervioso humano, en particular la anatomía patológica y normal de la corteza cerebral.
Alzheimer se centró en el estudio biológico del cerebro ya que consideraba que los tejidos cerebrales podrían tener la respuesta respecto al origen de las enfermedades mentales que no tenían una explicación científica ni causas identificables que permitieran dar con un buen tratamiento.
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El cerebro de Auguste Deter
Pero todo comenzó a cambiar en 1901, cuando el doctor conoció a una mujer llamada Auguste Deter de 51 años quien tenia síntomas importantes de pérdida de memoria que más tarde se agravarían hasta el punto en que Auguste olvidaría aspectos importantes de su vida.
El caso de esta paciente cautivó al doctor Aloysius Alois Alzheimer, quien quiso estudiar más a fondo lo que le estaba pasando a la mujer.
Cuando finalmente Auguste Deter falleció, sin lograr ser diagnosticada, Alzheimer pidió que le trajeran el cerebro de la mujer para analizarlo directamente, lo que por obvias razones no podía hacer mientras Deter estaba viva. Fue entonces que descubrió una especie de «enredo» nervioso anormal, que actualmente es una de las características principales del Alzheimer como enfermedad degenerativa.
Efectos del descubrimiento de Alzheimer
En el 2023, existen cerca de 55 millones de personas que padecen esta enfermedad y que gracias al trabajo del doctor alemán pueden recibir un tratamiento que permita aliviar o retardar los síntomas, pues a pesar de que hay avances en posibles curas, todavía no existe la formula concreta para terminar con el Alzheimer.