En verano, es común los viajes familiares, aunque no todo el tiempo se puede llevar a la mascota. Al separarse por varios días o semanas de sus tutores de vacaciones, el perro puede sufrir ansiedad por separación.
«Según distintos estudios, esta situación se da entre 10% y 30% de los perros, y especialmente en menores de tres años, pero también en canes maduros y adultos mayores. El perro es un animal de rutina y apegado a su tutor, y separarse de éste le puede producir angustia, intranquilidad y miedo». Así lo explica Diego Pincheira, médico veterinario de Laboratorio Drag Pharma.
Entre las manifestaciones más comunes destaca la destrucción del entorno. Si el perro queda dentro del hogar, puede llegar a romper muebles y alfombras. En balcón de departamento, destruir terraza y plantas, y si queda en patio de la casa, objetos como el pasto, la manguera o el enano de yeso.
El perro también puede manifestar su ansiedad mediante vocalizaciones como ladridos, llantos o aullidos constantes. Esto revela su sufrimiento, además de causar molestia a los vecinos, e incluso llegar a automorderse causándose heridas.
La importancia de presentarle al cuidador
Pincheira da algunos consejos que ayudan a bajar la sensación de ansiedad por separación del perro cuando su dueño o tutor sale de vacaciones:
- Aumentar los estímulos en el lugar donde permanecerá el can, dejándole juguetes y objetos que explore para hacer entretenido el sitio donde estará. Así, se cambia la ansiedad del perro por un estado de diversión.
- Desensibilizarlo ante la separación. O sea, que el perro baje importancia a la distancia con su familia tutora, al darse cuesta que es una situación temporal.
«Podemos tomar la llave y salir, dejando solo al perro un minuto y volver. Horas más tarde, repetir con cinco minutos. Después una hora y cuatro horas, dejando al perro completamente solo. Al volver su tutor, se dará cuenta que este siempre regresará», explica Pincheira.
- Si un familiar o amigo visitará al perro, «presentárselo» antes de las vacaciones. Que el cuidador vaya al hogar y juegue con el perro, para que el can no lo vea como un extraño.
- En su visita diaria, el cuidador no sólo debe renovar el agua y alimento del can. Es aconsejable que lo saque a pasear, para que el perro se relaje y baje su ansiedad.
Incentivos
- En algunas visitas, el cuidador puede dar un snack al perro, para mejorar su vinculación del can. Pueden ser snacks de huesitos, costillitas de cordero deshidratadas o galletas para perros, por ejemplo. El tutor también puede dejar los snacks favoritos del perro en el hotel donde alojará.
- Una semana antes de separarse del perro, su tutor le puede administrar relajantes naturales, como Paz Pet. Este es un modificador de conducta a base de passiflora, melissa, valeriana y L- Theanina (presente en el té verde), que ayuda a bajar el estrés y la ansiedad.
- En casos de ansiedad más severa, acudir a un médico veterinario etólogo –especialista en conducta animal-, quien podrá diagnosticar y recetar fármacos, como Calmedrag. Este es un antidepresivo que aumenta la hormona serotonina disponible en el organismo, por lo que mejora la sensación de bienestar y baja la ansiedad.
El etólogo, asimismo, podrá realizar un tratamiento conductual de largo plazo para bajar la ansiedad ante la separación.
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