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¿Sin ganas de salir? Puede que estés sufriendo de «menopausia social»

Así como las mujeres al acercarse a los 50' ven revolucionadas sus vidas con la llegada de la menopausia, un síndrome similar afecta a quienes pasan el primer cuarto de siglo. Se trata de la "menopausia social".

Así como las mujeres al acercarse a los 50′ ven revolucionadas sus vidas con la llegada de la menopausia, un síndrome similar afecta a quienes pasan el primer cuarto de siglo. Se trata de la «menopausia social».

Esta «enfermedad» se presenta en aquellas personas que prefieren quedarse en casa un viernes en la noche antes que salir a bailar o hacer vida social. Y este estado tiene una explicación: las mayores preocupaciones de la entrada a la adultez como el trabajo, las relaciones, las cuentas bancarias en cero e incluso para algunas, la maternidad.

No es una condición médica como el fin de la menstruación, pero Amelia Diamond, autora en Man Repeller lo describe de la siguiente manera:

«El darse cuenta de que las cosas que solías considerar divertidas (ir de fiesta, jugar juegos de azar, conocer gente nueva a donde vayas, llegar tarde a casa, quedarte despierta para ver las puestas de sol solo porque sí) ahora sólo te cansan y provocan ansiedad y malhumor».

¿Quieres saber si es tu caso?

Te contamos sobre siete señales que te ayudarán en el «diagnóstico» de la menopausia social:

1. Cuando un amigo te envía un mensaje de texto para cancelar los planes que tenían de cenar, no te molesta, al contrario,  lo tomas con calma y te pones a pensar en lo encantador que es pasar la noche en tu sofá viendo Netflix.

2. Más de dos bebidas no hacen que tengas una gran noche, al contrario, sólo te da sueño y una cruda de pesadilla al día siguiente.

3. Si alguna vez asististe a todos los festivales de música de verano a kilómetros lejos de tu hogar, bajo el rayo de sol, con calor o bajo la lluvia y con cientos de personas sudando a tu alrededor, ahora es inconcebible. Por nada en el mundo gastarías en algo así.

4. Después de las 10:30 pm., debes dedicar la mayor parte de tu capacidad cerebral a intentar no bostezar en presencia de los demás.

En realidad, toda tu concentración está en aparentar que no tienes sueño cuando en realidad, te estás muriendo por dentro y no hay nada que desearías más que estar en cama.

6. Sentir «demasiado calor» o «demasiado frío» en un lugar es ahora un elemento decisivo para salir huyendo o soportar un poco más. Eso incluye el que haya demasiada gente que reduzca el aire disponible para respirar.

7. Te levantas temprano los sábados/domingos y eso te alegra porque no tienes cruda, puedes desayunar en paz y hasta te das el tiempo para hacer ejercicio. Lo último que quieres que te interrumpan la tranquilidad de tus mañanas.

 

 


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