La polémica práctica de Tomás con su hijo en «Verdades ocultas» que expertos no apoyan

En el capítulo de este lunes de «Verdades ocultas» se vivieron tensos momentos, sobretodo en lo que respecto al secuestro de Lulú por Leonardo.

Pero como siempre, la exitosa producción de Mega tuvo una particular escena que se robó la atención de los televidentes.

Esto fue cuando Tomás estaba alimentando a «Tomasito», llevándose a la boca la misma cuchara con la que le daba de comer al menor, siendo algo muy natural.

Y es que si bien es algo normal para muchos, los expertos no recomendarían esta práctica.

Según una investigación realizada por Art Nowak, expresidente de la Junta Estadounidense de Odontología Pediátrica, se supone que soplar la comida de un bebé de la cuchara (ni menos hablar de probarla) no es bueno para los pequeños. 

De acuerdo al estudio se supone que esto puede transmitir caries, aunque no tengan dientes.

Esto se debe a que los niños no están expuestos al streptococcus mutans, una bacteria que habita en la boca de los humanos y se alimenta de restos de comida en la boca, a pesar de que no hayan dientes. Es incluso capaz de crear colonia y permanecer hasta que aparezcan los primeros dientes.

Además, se supone que usar la misma cuchara para alimentarlo, aumenta el nivel de contagio de enfermedades, desde un resfrío a otras más graves.

Según la pediatra Virginia Garaycochea: “las principales formas de transmisión de enfermedades respiratorias es a través de las secreciones respiratorias que son expulsadas al aire en forma de pequeñas gotitas al toser, estornudar, soplar y hasta al hablar. En ellas se encuentran contenidos los virus que causan los resfriados, las bacterias que ocasionan la neumonía y un sinfín de gérmenes”, explicó.

Y al compartir la misma cuchara del bebé, pasaría lo mismo.

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Para testear la temperatura de la comida sería mejor enfriar la comida en un recipiente que tenga más amplitud, donde pierde el calor más rápido, o sumergirlo el plato en otra fuente más grande con agua fría para que se enfríe lentamente. Y si se piensa probar la comida, mejor es usar una cuchara distinta al del bebé.