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«Me dispararon tres veces en la pierna y caí»: El fuerte relato de un sobreviviente de la matanza de Orlando

Con el paso de los días, poco a poco han ido saliendo a la luz, nuevos detalles y declaraciones de lo que ocurrió la madrugada del domingo pasado en la matanza de Orlando.

Este martes, los doctores del Centro Médico Regional de Orlando -donde fueron atendidos los heridos de este brutal hecho-, ofrecieron una conferencia de prensa para hablar sobre la situación de los involucrados que aún se encuentran en estado crítico.

Aquí también estuvo presente Ángel Colón, una de las 44 personas que sobrevivieron tras recibir varios disparos. «Me dispararon tres veces en la pierna y caí… Intenté levantarme, pero todos empezaron a correr en todas las direcciones. Me pisaban y los huesos de mi pierna se rompieron, se quebraron. A partir de ese momento ya no podía caminar», dijo Colón sobre lo que vivió al interior de la discoteque Pulse.

La víctima de 26 años y de origen puertorriqueño, contó que llegó junto a sus amigos para disfrutar de la Noche Latina y que cuando había decidido retirarse del lugar, comenzó a oír los disparos, señalando que: «Dejamos de hacer lo que estábamos haciendo, pero el ruido continuaba. Algo sucedía y nos tomamos los unos a los otros».

Minutos más tarde de recibir los disparos, optó por simular que estaba muerto para que no le siguieran disparando: «Me quedé tendido para que no supiera que estaba vivo», dijo.

Sin embargo, a pesar de su valiente acto, aún seguía corriendo peligro, ya que cuando pensó que todo había acabado, vio ingresar al hombre con el arma en mano para disparar una vez más a quienes ya estaban sin vida en el lugar. Fue ahí cuando imaginó lo peor, porque: «Desafortunadamente, lo sentí volver y disparó a todos los que estaban ya muertos en el suelo. Asegurándose bien de que estuvieran muertos».

«Escuché los tiros más cerca, me di vuelta y le disparó a la chica que estaba a mi lado. Yo estaba allí tendido. Pensé que era el próximo, que estaba muerto y no sé cómo, por la gracia de Dios, apuntó a mi cabeza pero le dio a mi mano. Me disparó de nuevo y me dio en la cadera. Yo no reaccioné… Estaba dispuesto a quedarme tendido allí para que no supiera que estaba vivo», finalizó.

 


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