En el capítulo de este jueves del programa virtual de Martín Cárcamo, ‘Almorzando con el rubio’, la invitada fue la ex panelista de «Buenos días a todos», Marcela Vacarezza.
La también psicóloga conversó con con su amigo sobre cómo ha llevado la cuarentena, donde ha tenido que estar alejada de su esposo, Rafael Araneda, quien recordemos está en Miami, animando el programa «Enamorándonos».
Dentro de su rutina, Marcela contó que arma puzzles, juega con sus hijos y también hace ejercicio. Ad portas de cumplir 50 años, aseguró que ella está ‘increíble’.
La comunicadora está de cumpleaños este 8 de mayo. Si bien tenía el plan de celebrar en grande su cambio de folio, esto se vio frustrado por el coronavirus. «Era para tirar la casa por la ventana, siempre que me celebro es como la fiesta del año, es súper entretenido lo pasamos bien, Rafael siempre me tiene una sorpresa”, señaló.
Por otro lado, entregó detalles de cómo ha sido cuidar a su suegra, quien vive en el mismo terreno, pero en casas distintas. «No hemos tenido contacto con ella, así por la ventana solamente (…) Los niños van la saludan a través de la ventana y todo pero cero contacto, ella tiene 93 años entonces no se puede”, señaló.
Sobre su esposo, Marcela cuenta que está en Miami «desde febrero y han pasado ya dos meses y medio que no nos vemos”. Además, señaló que los problemas domésticos que a veces tiene prefiere no comentarlos con él, ya que prefiere no “quejarse tanto”.
Respecto a futuros proyectos, contó que no le interesaría volver a un matinal. «Siento que están aburridos, es como una cadena nacional de lo mismo, entonces veo noticias. Es otra cosa, a mí me encantaban, pero no me gusta el tono que han agarrado (..) Creo que se han convertido en lo que requieren que se hayan convertido, pero están los justos y necesarios”, expresó.
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Además, Marcela reveló que sí se iría a vivir a Miami con Rafael, pero siente que hay que resolver primero ciertos temas con sus hijos.
«Estamos viendo con quién los dejamos, pero uno un poco es madre pero cuesta soltar, hay mucho cabro que a los 18 años se va de región a Santiago, pero cuesta”, confesó, pero sabe que si por el trabajo de su marido tiene que mudarse, “hay que hacerlo, corresponde”.
Por último, la psicóloga señaló que la próxima semana finalmente su marido vendría a Chile, tras cumplir sus compromisos laborales.
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