La historia de amor que marcó tu vida merece ser contada: Así puedes enviarla al Buzón FMDOS

En la radio de los dos somos fanáticos de las historias de amor. Por eso, te invitamos a mandar la tuya a nuestro Buzón FMDOS.

La historia de amor que marcó tu vida merece ser contada: Así puedes enviarla al Buzón FMDOS
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Ignacia Haase
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Sobre el autor

Estudiante de periodismo con interés en narrativas digitales. Actualmente desarrollando habilidades en redacción y creación de contenido para web y redes sociales.

En FMDOS somos apasionados por las historias, sobre todo si son de amor. ¿Te rompieron el corazón? ¿Tuviste una relación que cruzó viento y marea? O quizá, ¿viviste un vínculo que transformó por completo tu vida? En la radio de los dos queremos conocerla. 

Te invitamos a escribir tu experiencia más apasionada, inolvidable e incomparable, donde sufriste o viviste por amor. Tienes un máximo de 1.000 palabras para relatarnos en el buzón FMDOS tu mejor historia

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Si no te sientes inspirada o inspirado, te dejamos a continuación el relato de Carlos González, a quien la leyenda del hilo rojo no lo decepcionó. 

El hilo rojo es real y no se puede cortar 

Escrita por Carlos González

“Nuestra historia con Natalia comenzó hace casi 15 años atrás. Nos conocimos en una fiesta y justo se había cortado la luz. Yo tratando de hacerme el galán, alumbré con mi celular y fue ahí cuando nos vimos por primera vez y algo pasó. Ese fue el inicio de ésta historia de amor. Nuestro comienzo fue lento, yo venía de una relación donde no terminó muy bien, así que Natalia con todo el amor y la paciencia del mundo, estuvo ahí para demostrarme que lo nuestro podía ser distinto, y así fue. 

Comenzamos a pololear y todo fluía muy bien, poco a poco nos íbamos complementando y amando. Pasaron 6 años de pololeo y en un Año Nuevo, a la luz de los fuegos artificiales le pedí matrimonio y ella dijo '¡Sí, acepto!' Fue uno de los días más felices de nuestras vidas y también los de mayores desafíos. Comenzamos a pensar en la fiesta, los invitados, el lugar, ¡¡todo!!. Sin embargo, comenzamos a caer en la rutina que muchas parejas pasan y nos dejamos vencer por ello y terminamos. Pensamos que seríamos más felices estando solos y lo aceptamos... 

Hilo Rojo
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Ella hizo su vida, con el tiempo conoció a un hombre, comenzaron una relación y formaron una familia. Yo por mi parte también conocí a alguien y tuve una relación. Pero había algo que me mantenía conectado con Natalia y no sabía que era, todo me recordaba a ella. Cada cierto tiempo podía ver sus redes sociales (porque las tenía públicas) y veía que aún mantenía nuestras fotos publicadas, o la volvía a agregar a WhatsApp porque me sabía su número de memoria, solo para ver sus historias. Todo eso me daba mucha melancolía y a la vez pena porque no había forma de quitarla de mi cabeza y sentía que en alguna parte de mi corazón, ella seguía estando. 

Al cabo de 2 años terminé con mi nueva pareja y a los meses quise conocer gente y nada resultaba. Un día volví a ver las redes sociales de Natalia y había publicado una foto donde se veía preciosa con un hashtag que decía #mamaluchona. De inmediato mi corazón se aceleró, '¿Será que está soltera?', '¿Será que le hablo?', '¿Pero qué le digo?'... Agarré coraje y le hablé. No recuerdo mucho de esa conversación, porque por mi cabeza solo pasaban recuerdos nuestros riendo, saliendo, siendo felices. Un día fui más allá y la invité a salir y dijo que '¡sí!' No sabía donde ir ni qué decir, habían pasado 5 largos años desde que nos separamos y hoy nuevamente estaba frente a ella y frente a su hijo.

Imaginariamente podía ver ese famoso hilo rojo. Poco a poco volvimos a salir a frecuentar lugares de antes y también lugares nuevos. De a poco nuestras amistades comenzaron a enterarse. Absolutamente todos estaban felices de que estuviéramos saliendo nuevamente. Un día decidimos ir de vacaciones con su hijo y les juro, esa era la imagen que siempre quise hacer realidad entre nosotros. Estando de vacaciones, fue ella quien me pidió pololeo y ya llevamos casi 2 meses de pololeo formal en este nuevo reencuentro. Creo que todo pasa por algo, que por más que tratemos de evitar los sentimientos, el corazón no miente. Finalmente uno siempre vuelve donde fue feliz y hoy somos más felices que nunca”.

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