El exfutbolista Kike Acuña reveló que se ha sometido a tratamientos faciales con botox. «Tengo 42 años y me gusta verme bien, soy bastante vanidoso», reveló. Él mismo compartió el proceso en Instagram.
Se aplicó botox en varios lugares del rostros, para borrar algunas líneas de expresión.
En conversación con LUN, explicó que: «Tenía una marca muy pronunciada. Tengo las pestañas muy crespas y se me pegan siempre, por lo que abro muchas veces los ojos al día para desenredarlas y eso hace que la frente esté siempre arrugada».
También se refirió a lo que significa la apariencia para él. «Creo que la apariencia es súper importante, el sentirte bien contigo mismo. Lo primero que hice al subirme al auto fue mirarme al espejo y la alegría más grande fue ver que no tenía esa línea en la frente», dijo el exjugador.
Kike también destacó que ha recibido varios comentarios positivos de sus seguidores.
«Decían que me había quedado bien, que me veía más joven, que me veía bonito. También he recibido muchos mensajes de amigos y futbolistas activos que me pidieron el dato para hacerse las patas de gallo». contó.
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Kike se arregló la nariz
Igualmente, el exfutbolista aprovechó de hacerse una rinomodelación. Esto porque antiguamente sufrió una fractura en la nariz, que nunca se trató. «No me operé, primero porque soy cagón con esas cosas y si me operaba tenía que estar mucho tiempo fuera de las canchas», explicó sobre por qué no hizo nada.
Además, confesó que tiene miedo a las operaciones. No así a las agujas. «Estoy lleno de tatuajes de las piernas hacia arriba. Es como ir al dentista, tampoco le tengo miedo a eso. Acá me entregué no más», reveló.
Sobre el resultado, quedó feliz. «Claramente se ve una diferencia inmediata en la frente y los surcos. Quedé muy contento. Una manito de gato no le viene mal a nadie», concluyó.
Así se veía antes:
Así luce ahora:
