Un aspecto muy importante en la educación de los niños es enseñarles a que asuman responsabilidades a medida que crecen.
Algo que no solo los ayudará a ser más disciplinados y les enseñará a seguir las normas, sino que también contribuirá a que ganen en autonomía e independencia.
Y una forma muy sencilla y práctica de inculcarles el sentido de la responsabilidad es hacerlos partícipes de las tareas del hogar.
Sin embargo, los beneficios van más allá, tal como nos cuenta Andrea Oliver, educadora de párvulos de la Universidad Católica, quien trabaja actualmente en un colegio Waldorf en Pucón.
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1-‘La realización de los quehaceres del hogar es algo muy utilizado en la pedagogía Waldorf. De hecho, es uno de los ejes centrales en el primer septenio, de los 0 los 7 años. Esto, porque trae muchos beneficios para los niños y niñas.
Uno de ellos es la potenciación de las habilidades motrices, puesto que en las labores del hogar se utilizan movimiento que no utilizaríamos de otra forma. Por ejemplo, el movimiento del barrer, el del exprimir un limón, el de lavar la losa o el de amasar el pan’.
2-‘El realizar estas actividades entrega experiencias de exploración del entorno en los niños y niñas, por ejemplo al lavar la losa. Qué acto más divertido para los niños y niñas que el jugar con agua. Y que más encima tiene un efecto beneficioso, que es el tener limpio. Limpiar los utensilios que ocupamos recién para comer’.
‘Son actividades que a los niños y niñas los trae a la tierra y además los contextualiza a la realidad del hogar. Que el hogar implica que si queremos comer, también tenemos que ayudar a poner la mesa, a cocinar, a lavar la losa… Y esto permite que los niños y niñas tengan un sentido de autonomía también y de pertenencia. Que son parte del grupo familiar. Que son parte de este hogar’.
3-‘Hay que reivindicar la importancia de las labores del hogar, no tienen que ser entendidas como una carga o como un castigo, sino que todo lo contrario’.
‘Es algo que tenemos que hacer, algo que es parte de nuestra vida para poder habitar nuestro hogar de forma sana, limpia y de forma autónoma. Para que eduquemos y criemos niños y niñas que el día de mañana sean adultos y adultas autovalentes’.
