Moda y Belleza

10 soluciones caseras para reparar talones ásperos y agrietados

Ya sea por las bajas temperaturas, estar mucho rato de pie, utilizar zapatos no adecuados o caminar en exceso, entre otras razones, los talones tienden a agrietarse y se vuelven un problema.

En el mercado existen productos para su cuidado. Sin embargo, muchas veces resultan más efectivos los tratamientos caseros a base de productos naturales. Son simples y fáciles. Toma nota:

  • Plátano maduro: Puedes aplicar la pulpa de esta fruta en el área seca del talón. Déjala actuar durante 10 minutos y enjuaga.
  • Palta: Licúa la mitad de una palta junto a un plátano hasta formar una pasta espesa y cremosa. Esta mezcla le entregará a tu piel las vitaminas y aceites que necesita para mantenerse suave y humectada.
  • Limón: Puedes remojar los pies en jugo de limón durante 10 minutos. Realizando esta rutina una vez por semana podrás presenciar cómo este ácido natural ayuda a disolver la piel muerta y seca. Lo ideal es remojar tus pies en la solución y luego frotar ligeramente con un cepillo para exfoliar las capas superiores de la piel en mal estado.
  • Agua de rosas: Aplica regularmente sobre los talones secos una mezcla de glicerina y agua de rosas. Le devolverá la suavidad antes de lo que esperas.
  • Vaselina: Haz una mezcla que incluya una cucharadita de vaselina y  jugo de un limón. Frota el resultado sobre los talones agrietados hasta que se absorba por completo.
  • Aceite de coco: Masajea los pies con el producto todas las noches y ponte calcetines después para dejarlo actuar en su 100%. No sólo ayuda a retener el agua, sino que también elimina las células muertas.
  • Tu propia crema: Puedes hacerla con una cucharada de aceite de oliva, y gotas de aceite de limón o lavanda. Vacía esta mezcla en una botella pequeña y añade una cantidad igual de agua a la misma. Luego, agita bien el contenido, de modo que el agua y el aceite formen una solución lechosa espesa.
  • Miel: Vierte una taza de miel en un tiesto con agua tibia y revuelve. Introduce tus pies durante media hora y luego raspa las partes de piel endurecida con una piedra pómez. Finaliza con un buen enjuague.
  • Cebolla: Corta una cebolla por la mitad,  ahúecala en el centro y llénala de  sal. Espera que repose unas horas y luego, con el líquido que ha resultado,  frota tus talones por diez minutos y enjuaga con champú de cabello. Realiza este truco tres veces por semana.
  • Manteca de cacao: Es conocida por su propiedad hidratante. Frota tus pies con ella antes de irte a dormir y cúbrelos con bolsas plásticas para que absorban todos los nutrientes.

 


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