La tarde de este jueves 05 de mayo, en el programa social de Canal 13, Aquí Somos Todos, hablaron sobre las mamás y cómo son sus rutinas, todo esto en medio de la previa del Día de la Madre.
De hecho, en medio de esto una de las televidentes, decidió dar a conocer su experiencia como mamá, donde aseguró que muchas veces se había encerrado en el baño debido a la frustración.
«De repente las mamás estamos sobrepasadas como mujeres, mamás, trabajadoras, emprendedoras. Uno colapsa», comentó Javiera, quien tiene dos hijos Vicente y Florencia.
Priscilla Vargas contó momento de furia que vivió con sus hijas
Tras esta confesión de la mujer, Priscilla Vargas decidió contar su propia experiencia con sus dos hijas, donde recordó una situación que fue bien compleja.
¿Qué pasó? Resulta que la periodista tras escuchar el relato de Javiera, simpatizó con ella y contó una situación que vivió con sus hijas, donde terminó furiosa.
«Tengo niñas de 15 y 13 años, y yo soy súper buena onda. Tengo mucha paciencia, pero llega un minuto en el que se me colma la paciencia y puede salir lo peor de mí», expresó Priscilla Vargas.
Y fue ahí donde comentó que hace unos días había salido del canal a buscar a sus hijas al colegio y no había almorzado. Por eso al regreso, compraron comida chatarra.
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«Les digo ‘va a llegar un pedido del súper, ¿Quién va a ir a buscar el pedido y quién va a sacar al perro?’. ‘No, que ella vaya’, dicen», partió diciendo Priscilla Vargas.
Tras esto, cuando ya había llegado el pedido, la periodista volvió a preguntarles a sus hijas cuál de las dos la iba a ayudar a llevarlo a la casa, y le dieron la misma respuesta de antes.
«Ahí me entra la indiada, me toma la ira», comentó Priscilla Vargas y agregó «‘¡Todo no!, ¡que esto!, ¡no, que ella!… Mejor hubiese tenido un hijo’, imagínate lo que dije. La próxima vez que me digan que no, no les voy a soportar ninguna cosa, no me pidan nada».
Claro que la historia terminó con un final feliz, ya que la periodista añadió «Iba manejando con ira, me fui callada a la casa. Después se organizaron entre ellas, agarraron los pedidos del supermercado, la otra fue a sacar al perro».
Además, agregó: «como no hice nada, de repente veo la mesa puesta, la comida chatarra adornada en la mesa y una copa de espumante».
Para finalizar, Priscilla Vargas cerró diciendo: «Debe haber sido una catarsis de dos minutos, intenso. Me dolía la garganta. Fue sin garabatos, subí harto el tono, pero quedaron tan peinadas para atrás que nada, lavaron ellas la loza y yo me fui a dormir».
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