Algo que no podemos descuidar bajo ningún motivo es nuestra salud sexual.
Es por esto que una de las prácticas más importantes que podemos hacer para asegurar nuestro bienestar son los famosos chequeos anuales. Estos no solo son una forma de prevenir posibles enfermedades, sino de también, en caso de tener alguna condición, poder detectar todo a tiempo y recibir un tratamiento precoz.
Para las mujeres, algunos de los estudios más importantes que debemos realizarnos son aquellos que ayuden a detectar el cáncer cérvicouterino y de mama. Dos condiciones que ocupan el primer y el quinto puesto entre los cánceres más frecuentes en Chile, con 5.640 y 1.559 nuevos casos al año respectivamente según el Observatorio Global del Cáncer (Globocan).
Es tanto así, que incluso existe un programa dedicado a realizar ciertos exámenes para la población femenina: “Hazte un tiempo, comienza por ti”. La iniciativa (impulsada por el Gobierno de Santiago y la Fundación Arturo López Pérez), busca reducir el porcentaje de casos de esta condición mediante la realización de mamografías en clínicas móviles y un piloto de autotoma del Virus del Papiloma Humano (VPH) en seis comunas de la Región Metropolitana: Lampa, Quinta Normal, San Ramón, La Pintana, Renca y Providencia.
Si quieres conocer la lista de exámenes que no te pueden faltar, continúa leyendo.
¿Qué exámenes debo realizarme y a partir de qué edad? Aquí te dejamos el listado
1. Mamografía
El cáncer de mama es una de las enfermedades más tratables si es detectado en sus fases más tempranas. Se produce por un crecimiento anormal de células en las mamas, por lo que un masaje autorrealizado no siempre es suficiente.
La mamografía es un examen de ambas mamas tomada con una máquina de rayos X (mamógrafo). Aquí, se realiza un análisis de las glándulas mamarias desde distintos ángulos, a modo de identificar posibles signos de cáncer incluso antes de que sean palpables o de que exista un cambio físico visible.
Es recomendable iniciar con este tipo de estudio desde los 40 años. En caso de tener antecedentes familiares de cáncer de mama, es importante consultar con un ginecólogo si se puede hacer antes.
2. Papanicolau
Este examen obligatorio del chequeo anual femenino está a cargo de detectar el cáncer cervicouterino. Es decir, aquella condición que se produce por el crecimiento anormal de células en el cuello uterino.
Lee también: Estos son los cinco remedios caseros que te ayudarán a aliviar la cistitis: el tercero te sorprenderá
El papanicolau comienza al insertar un espéculo en la vagina de la paciente, permitiendo visualizar el cuello del útero y extraer una muestra de células que se manda a analizar posteriormente a un laboratorio. Esto, a modo de investigar cualquier alteración anormal o afecciones precancerosas en estas células, monitoréandolas y, en caso de ser diagnosticada, tratándolas para prevenir el desarrollo más grave de la enfermedad.
Es recomendable iniciar este tipo de estudio a partir de los 21 años o cuando el ginecólogo lo estime conveniente. Especialmente si ya se dio por iniciada la vida sexual.
3. Test de autotoma de VPH
Este estudio se orienta a detectar la presencia del Virus del Papiloma Humano (VPH). Este es el causante más importante del cáncer cervicouterino y que se transmite a partir de relaciones sexuales, orales y anales con alguien infectado.
El examen tiene una realización similar al PAP, aunque en este caso, la muestra vaginal es tomada por la propia mujer y luego entregada al centro médico respectivo para su análisis posterior. Este mecanismo es capaz de detectar el virus incluso antes de que produzca alteraciones a nivel celular.
Un test de este tipo es recomendado a partir de los 30 años.
Así que ya sabes: para tu próxima visita al ginecólogo, estos son los estudios que no te podrán faltar. Cuídate, y cuida tu salud sexual con un buen chequeo anual que cumpla todos los requisitos.