"Mi madre siempre ha tenido una norma inquebrantable: nada de zapatos que se usan en el exterior dentro de la casa. No importaba quién fueras, familiar, vecino o invitado, tenías que quitártelos antes de cruzar el umbral".
"De niña, pensaba que era una de sus muchas manías. Pero a medida que me fui haciendo mayor (y más sabia), comprendí que no se trataba de un orden obsesivo. Se trataba de salud, seguridad e higiene", son algunas de las declaraciones que consignó la BBC acerca de este hábito que podría mejorar tu salud.
En el calzado, sobre todo en la planta del pie, se esconden miles de bacterias y gérmenes que podrían ser un peligro para tu hogar y salud.
Solo debes pensar por dónde ha pasado tu zapato cada día: calles con barro, baños públicos, pasillos de hospitales, transporte público, etc.

Datos concretos
Según en estudio de la Universidad de Arizona en Estados Unidos, la planta del 96% de los zapatos dio positivo en bacterias coliformes, que suelen encontrarse en la materia fecal.
Y lo que es más inquietante, el 27% contenía E.coli, una bacteria relacionada con diversas infecciones, algunas de ellas potencialmente mortales.
Algunas cepas de E.coli producen shigatoxinas, que pueden causar diarrea sanguinolenta y provocar síndrome urémico hemolítico, una afección potencialmente mortal que produce insuficiencia renal.
Cabe destacar que los niños menores de cinco años corren aún más riesgo debido al desarrollo de su sistema inmunitario y a que se llevan la mano a la boca con frecuencia.
E.coli no es el único germen que amenaza a tu salud, sino que los zapatos también recogen Clostridium Difficile, bacteria que causa diarrea dolorosa y Staphylococcus aureus, incluido el SAMR una "superbacteria" resistente a los medicamentos que puede causar infecciones profundas de la piel, neumonía o incluso infecciones mortales del torrente sanguíneo.

Cómo el simple hábito de sacarte los zapatos al entrar a casa podría traer grandes beneficios para tu salud
Por otro lado, el calzado actúa como portador de sustancias químicas y alérgenos. Según estudios los zapatos pueden contener pesticidas, herbicidas y metales pesados como el plomo, los cuales representan graves riesgos para la salud, especialmente para niños pequeños y mascotas.
Pues recordemos que los niños gatean y muchas veces están en el suelo. Tener contacto directo con estas sustancias químicas podría ser perjudicial para ellos atacando el desarrollo cerebral y causar problemas cognitivos permanentes.
Alérgenos como el polen también pueden adherirse a las suelas agravando las alergias y los problemas respiratorios.