A finales de los años 90, en Chile se emitió un comercial de la muñeca Rosalba, el famoso juguete que todas las niñas del país querían tener.
La muñeca de una estatura mayor, rubia y de ojos celestes, conquistó el corazón de todas las niñas de aquellos años, sin embargo, con el paso del tiempo, salieron a la luz supuestos testimonios que revelaban el oscuro capítulo de este juguete.
Según versiones, Rosalba se relacionaba con algún fenómeno paranormal, pues en sus casas comenzaron a pasar cosas extrañas como ruidos, susurros, su mirada era intensa y generaba cierto rechazo.
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Esos comentarios llegaron hasta una publicación de Carlos Martínez, reconocido investigador paranormal, quien compartió un registro en el que hablaba del tema.
Martínez mencionó a FMDOS que "si bien no tiene una leyenda muy popular sí sucede que cuando uno habla de fenómenos paranormales en torno a la Rosalba, siempre hay mucha gente que se siente identificada porque a varias niñas le sucedía lo mismo. Es como la Annabelle criolla", destacó.
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"No les gustaba la mirada, sentían ruidos, generaba un cierto rechazo y el testimonio que más se repite siempre es de personas que sentían ruidos alrededor de la muñeca, la dejaban en un lugar y luego aparecía en otro. Intentaban deshacerse de ella y no podían", agregó el investigador paranormal.
Las niñas que la tenían, "veían presencias también, caras extrañas que hacia la muñeca y una de las cosas más aterradoras es que muchas veces esta muñeca sonaba, pero lo hacía cuando no tenía baterías. Tenía muy mala vibra y energía", comentó.
Eso sí, el investigador paranormal recalcó que Rosalba no es que fuera una muñeca poseída, sino que atraía fenómenos paranormales.
El testimonio paranormal sobre Rosalba
En este sentido es que Carlos Martínez conversó con Constanza Valenzuela, usuaria de redes sociales, quien contó su testimonio con la muñeca Rosalba.
Según sus palabras, este juguete lo tuvo a la edad de seis años y le llegó para una Navidad.
Al principio todo fue normal, pero al tiempo, la muñeca le comenzó a causar rechazo. "No quería tener ningún vínculo con ella", destacó.
Además, en una ocasión, la Rosalba comenzó a sonar un poco más lento, de un manera bastante terrorífica. A esta muñeca se le introducía un cd por la espalda con música. "El sonido que emitía era muy feo y opté por sacarles las pilas y cd".
"Constantemente yo tenía pesadillas con que esta muñeca me hablaba. También tenía la sensación de que me miraba, yo la dejaba en una posición y luego estaba en otra", comentó Constanza Valenzuela.
La niña en ese entonces, le contó a sus padres pero no le creyeron mucho. "Yo literal tenía muchas pesadillas donde no lo pasaba bien. Era tanto que yo le tenía pánico y traté de deshacerme muchas veces de ella, pero por alguna extraña razón, la muñeca siempre volvía", contó.
Para no sentir más miedo, Constanza llevó a Rosalba a la pieza de su hermano, quien no le tenía miedo. "Cuando hacía eso, dormía mucho más tranquila y no me sentía observada", detalló. "Tenía una mala vibra tipo Annabelle", explicó.
Tras esto, tomó una decisión, le sacó los brazos y piernas a la muñeca, "y la tiré al patio de mi casa con las extremidades bien separadas". Con el paso del tiempo, como a los 11 o 12 años, la muñeca seguía ahí en la intemperie. "Yo pasaba corriendo porque me daba mucho miedo".
"Al final fue tanto lo que yo hinché, que mis papás la terminaron botando y conversando con mis amigas que también tuvieron la Rosalba vivieron situaciones muy parecidas a la mía", reveló Valenzuela a Carlos Martínez.
