Kike Acuña se confesó en La Firme del diario La Cuarta donde contó sobre su carrera futbolística, sobre sus relaciones amorosas marcadas por el fracaso y sus excesos.
El exfutbolista, que actualmente se encuentra promocionando su libro "Kike 'Jorge' Acuña: Mi Historia", se abrió sobre su adicción al alcohol, el gasto excesivo de dinero y cómo un año salió de fiesta 364 noches seguidas.
Los excesos que afectaron a Kike Acuña
Tal como revela a La Cuarta, el exfutbolista mantuvo una entrevista con Juvenal Olmos, a quién le dio una cuña por la que fue altamente criticado. "Un año salí 364 noches seguidas. La vez que no salí en la prensa destacaron: ‘al fin Kike Acuña nos deja descansar’... Después de la entrevista el hueón -Juvenal Olmos- me retó harto, porque: “¡¿Cómo vas a salir tanto tiempo? O sea, ¡puedes salir un rato! ¡¿Pero 364 días es mucho?!”. Fue cierto lo que dije. No tengo idea qué año fue, pero me había retirado del fútbol; fue en un momento en que dije: 'No juego más, me daré un año libre y me dediqué a pasarlo bien y a tratar de sacar provecho con la farándula'.
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Kike Acuña revela que tenía mucha resistencia física para pasar de fiesta en fiesta. "Y el alcohol no es que me cambiara mucho, pero sí me envalentonaba un poquitito y a veces me hacía hacer cosas que sobrio no haría. Por ejemplo, hoy me dicen: “Vamos a una discoteque, párate en el escenario y anima”, no lo hago. Antes lo hacía porque iba discoteque por discoteque haciendo show, animando, y así sobrio no me subo ni cagando. Me llegaron a pagar harto, $2.200.000 por evento, dependiendo cómo era la semana: mientras más salía en la tele más caro era el evento".
Aún así, aclara que su exceso fue solo con el alcohol y no las drogas, a pesar de que compartía con gente que consumía cocaína. "Nunca me llamó la atención. Nunca me ofrecieron tampoco, y nunca lo voy a hacer porque no me causa absolutamente nada el tema de la droga".
De sueldo millonario a 0 pesos
Sobre su historia, Kike Acuña es claro en mencionar el buen momento futbolístico que vivió. "Pasé de 10 y 12 millones de dólares en mi cuenta a no tener ni mil pesos para echar bencina. En esa etapa seguía tomando, y estaba en San Felipe ya (entre el 2014 y 2017). Cuando me di cuenta de que ya no me quedaba plata, traté de alargar mi carrera, para poder tener ingresos".
Sin embargo, la adicción al alcohol no le permitió frenar las salidas y mejorar su economía. Aún así y pese a las dificultades, logró dejar de beber. "Si no hubiera dejado de tomar hoy estaría muerto, porque era irresponsable. A veces manejaba en mal estado, cosa que no se puede hacer, y ponía en riesgo mi vida y la de los demás... Entonces tomé la decisión, de un día para otro, de dejar de tomar, y ya hasta la fecha van a transcurrir casi nueve años; perdí la cuenta, pero son muchos años".
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