Fernanda Hansen fue la última invitada al podcast de Paula Assler, donde se vivió una íntima conversación sobre el duelo y el grave accidente que la ex animadora vivió a sus 29 años.
La comunicadora contó con detalles el incidente que cambió radicalmente su vida, cuando decidió subir a una caballo de polo. "Se desbocó, yo solté los estribos por precaución pero iba a tal velocidad, que en un momento el caballo saltó y como en los dibujos animados, yo me elevé, el caballo siguió y yo caí sentada".
Desde ese primer momento Fernanda supo que algo andaba mal, y es que tras el accidente, no sentía las piernas. Su instinto de supervivencia le permitió sacar fortaleza y mantenerse tranquila.
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"Cuando llegué a la clínica, me hicieron una resonancia y el doctor me dice, 'tienes fractura de columna con compromiso neurológico. Hay que operar inmediatamente'. Tenía 29 años".
Ante el grave diagnóstico, lo primero que hizo Fernanda Hansen fue preguntarle al médico si iba a quedar parapléjica, a lo que él respondió: "Muy probablemente, pero no hay un diagnóstico hasta que se te opere".
El miedo de Fernanda Hansen de no volver a caminar
La comunicadora aseguró que fue una privilegiada para poder llegar a una buena clínica con un excelente doctor, que le pudieron salvar la vida.
Intentando contener su miedo, Fernanda llamó a su madre, quien estaba en la playa, para contarle lo sucedido. Cuando ella llegó rápido a la clínica, asegura que fue el momento en donde pudo soltar sus barreras. "Lloré, lloré, lloré, pero mi mamá no lloró".
Si bien saliendo del pabellón le entregaron una buena noticia, la vida aún le tenía pruebas preparadas. "El doctor me dice, te tengo una buena y una mala noticia, la buena noticia es que vas a poder caminar, la mala noticia es que debido al daño neurológico por la vértebra que se metió a la médula, es probable que no recuperes el control de esfínteres y que no tengas sensibilidad de la cintura hasta la rodilla".
Fernanda Hansen decidió aferrarse a las probabilidades y así cumplió su sueño. Volvió a recuperar la sensibilidad en la vejiga y con mucha rehabilitación, pudo caminar.
Aunque eso no fue lo único que tuvo que vivir la periodista. Lamentablemente debió ser operada cinco veces de la columna, porque esta parte del cuerpo siguió presentando problemas. "Me pusieron fierros para sostener una vértebra en otra que se había pulverizada, pusieron injertos de hueso, el problema es que yo rechacé los tornillos... A los 9 meses que no daba más de dolor, el doctor me dijo que podía intentar sacarlos y ver qué pasa".
Pese a todo lo que vivió, Fernanda Hansen aseguró que prefiere ver la vida desde otra perspectiva. "Cada vez que me duele algo, recuerdo a mi kinesiólogo diciendo 'no alegues, estás caminando'".
