Existen muchos miedos y mitos relacionados con el sexo durante el embarazo, lo que genera que los futuros padres se inclinen por la abstinencia. Entre ellos, creer que se puede dañar al bebé o suponer que la madre pueda sufrir de algún tipo de irritación.
Sin embargo, la realidad es muy distinta, pues mantener relaciones sexuales durante este periodo reporta una larga lista de beneficios para la salud. Y entre ellos, los especialistas subrayan 5 como los más importantes:
- Bienestar del bebé: La novedad que trae un embarazo puede generar cierta inquietud y ansiedad para los futuros padres. Por ello, el estado anímico y el vínculo amoroso entre la pareja serán garantías para el crecimiento y el bienestar del bebé.
- Adiós al estrés: El sexo reduce la liberación de cortisol (hormona del estrés) y aumenta la de oxitocina (hormona del amor), por lo que esta práctica es ideal para eliminar tensiones y relajarse. Y es que tanto el padre como la madre, en algún minuto de la dulce espera, se verán agobiados por todo lo que conlleva la preparación del nacimiento de un hijo.
- Aliado de la autoestima: Durante el embarazo el cuerpo femenino sufre una gran transformación y debido a ello muchas mujeres pasan de sentirse atractivas a poco deseadas. En ese sentido, la interacción sexual ayuda a romper con esta falsa creencia.
- El mejor anticonceptivo: Una vez que el bebé está en camino, lógicamente la mujer ya no tendrá que preocuparse por si se quedará embarazada, y por eso es que podrá relajarse y disfrutar mucho más. Eso sí, no olvidar que siguen existiendo los riesgos de las infecciones de transmisión sexual (ETS), que son incluso más peligrosas en esta época.
- Preparación para el parto: Con las relaciones sexuales aparece otro beneficio de cara al parto, pues esta práctica activa receptores en el cerebro y en el útero. Por eso es que naturalmente los músculos vaginales se irán preparando para las contracciones y la dilatación llegado ese momento.
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¡Ojo! Aunque el sexo le otorga muchos beneficios a la salud, todo dependerá de las circunstancias de cada caso. Por eso, si se trata de un embarazo de riesgo o existe amenaza de parto prematuro, el médico se encargará de comunicar a los padres qué prácticas sexuales deben dejar de lado para no poner en riesgo la salud del bebé en camino ni de la madre.