Se trata de la icónica periodista gallega Iara Martiñán, quien falleció a los 41 años de edad producto de un agresivo cáncer catalogado como “ultrarraro”.
La profesional famosa en España llevaba más de 10 años luchando contra un condrosarcoma mixoide extraesquelético, solo existen 15 casos similares en todo el mundo.
Esta es una enfermedad que el National Cáncer Institute define como un “tipo de cáncer raro y de crecimiento lento que se forma en tejidos blandos fuera del hueso”. Al ser tan poco frecuente, no tiene tratamiento.
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Otra de las muertes que ha marcado a Chile y al mundo fue la reciente partida de un querido exfutbolista chileno.
Muere la periodista Iara Martiñán
A través de su cuenta oficial de Instagram, sus familiares confirmaron la noticia con un carrusel de fotos de ella y un emotivo mensaje.
“Pegada a la palabra, pegada a su sentido del deber por informar como periodista, y pegada a los corazones de todos los que la queremos, Iara vivió dando sentido absoluto a todas y cada una de las palabras que existen: en su faceta profesional y, sobre todo, personal”, partieron informando.
Luego, agregaron: “Si hay una palabra que marcó la brújula de sus últimos años esta es, sin duda, trascendencia”.
“Iara ha tenido un efecto profundo en familiares, amigos, allegados y sobre aquellos que han rozado una de sus palabras o que han sabido de su esencia. Su fortaleza mental, sus ganas de vivir en el sentido más pleno y su inigualable capacidad de disfrutar de todo y de todos, son una huella que permanecerá y tendrá consecuencias en todos”, expresaron los familiares de Iara Martiñán con mucho pesar.
“Insistir, persistir y nunca desistir” era el lema de Iara Martiñán
También destacaron su anhelo por trascender: “Su deseo más profundo fue hacerlo desde la ayuda activa para dejar un mundo mejor que el que ella ha experimentado. Cofundó una asociación, recogió y acogió todo cuanto conocimiento pudo, y fue mucho, para difundirlo, compartirlo y ser facilitadora de quienes, como ella, enfrentan la lucha en el océano de la no certeza y la falta de información”.
“Iara vivió para dar altavoz a las deficiencias, para cambiar el modelo sanitario fraccionado, para conseguir inversión en investigación para las enfermedades raras como la suya. Vivió para ayudar. Ayudó para ser feliz. Su legado es la chispa que hará que 'la próxima Iara lo tenga más fácil'”, cerraron.
