Iván Torres regresó esta mañana al Buenos Días a Todos después de varios días alejado de sus funciones. En su vuelta, el reconocido meteorólogo explicó que su ausencia se debió a un grave episodio de salud que lo dejó en riesgo vital y que lo obligó a detener por completo su rutina laboral.
Torres relató que todo comenzó con un fuerte dolor en la espalda, el cual inicialmente atribuyó a un posible “disco gastado”. Sin embargo, al acudir a un centro médico le informaron que tenía cálculos renales que derivaron en una septicemia multiorgánica, una infección severa que afecta a varios órganos de forma simultánea.
Según detalló, la situación avanzó rápidamente y terminó llegando inconsciente a la clínica durante la madrugada.
“Llegué inconsciente a la clínica de madrugada y además de eso tuve una septicemia multiorgánica… Curioso, sin fiebre, solamente transpiraba mucho. De ahí obviamente me querían hasta intubar”, contó el meteorólogo, generando preocupación entre sus compañeros y la audiencia.
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El diagnostico definitivo
En su relato, Iván Torres explicó que, al principio, los especialistas pensaban que tenía solo cuatro cálculos. Sin embargo, tras la intervención descubrieron que el cuadro era mucho más complejo.
“El médico me dice que como máximo él había sacado cuatro cálculos. Yo tenía siete. Quedé con siete heridas, laceraciones en el riñón y la uretra”, explicó.
Debido a lo avanzada que estaba la infección, los equipos médicos no pudieron operarlo apenas llegó al hospital. Antes tuvieron que estabilizarlo con antibióticos de alta potencia durante casi 15 días. Solo después de completar ese proceso lograron intervenirlo, casi dos semanas después de su ingreso.
Tras la cirugía, Torres debió usar un catéter que iba desde el riñón hasta la uretra, algo que describió como un procedimiento extremadamente doloroso.
“Cuando iba al baño yo le pegaba combos a la muralla por el dolor, era un espantoso… y eso que soy tolerante al dolor”, comentó.
