Así como son populares las selfies en redes sociales, también lo son las fotos a la comida. Ya sea por un plato que preparaste o algo que probaste en un restaurante, todos hemos caído alguna vez en sacarle foto a la comida, ¿o no?
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Sin embargo, según un estudio estadounidense esta acción no es tan buena como creías debido a que produce falta de apetito, tanto en el que la sube como en el que la ve.
La investigación se preocupó de analizar principalmente los efectos de esta práctica, llegando a la conclusión de que mirar repetidamente los alimentos produce presaciedad. Muy diferente de lo que podríamos pensar, uno se cansa de la comida antes de empezar a comerla.
Uno de los expertos, Joseph Redden, se refirió al tema y afirmó que las personas se cansan antes de empezar a comer, lo que puede ser bastante dañino. Y agregó que ocurre algo similar con la fotografía publicitaria: «A diferencia de la mayoría de los productos, para la comida también puede tener este efecto inesperado de hacer la experiencia del alimento en sí menos agradable cuando el producto se consume en última instancia».
¿Te ha pasado?
