Tener plantas en casa y saber sus cuidados es cada vez más común entre los chilenos. Sin embargo, muchos no saben que no todas se llevan bien entre sí.
De hecho, algunas especies -aunque parezcan inofensivas- pueden estar enfermando o debilitando a las demás. En este caso hablamos de la menta.
Esta situación suele pasar desapercibida, sobre todo cuando las plantas se ven sanas al principio. Pero con el tiempo, algunas hojas comienzan a amarillear, el crecimiento se detiene o las flores dejan de aparecer.
Es ahí cuando la causa puede estar más cerca de lo que imaginas: otra planta dentro de la misma maceta o jardín.
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La planta que podría estar enfermando a tus otras plantas
Si te consideras amante de las plantas y te preocupa ver cómo tus hojas se marchitan sin una razón lógica, puede que el problema no sea el clima, el agua o la falta de luz… sino otra planta que las acompaña.
Una de las más comunes en Chile es la menta, una hierba que está muy bien valorada por su aroma y propiedades medicinales, pero que puede volverse una verdadera “enemiga silenciosa” si se planta junto a otras especies.
Esto ocurre debido a que su sistema de raíces es tan fuerte y expansivo que invade la maceta o el jardín, dejando sin espacio ni alimento a las demás.
¿Qué hacer? Si quieres tener menta en casa, lo ideal es cultivarla en una maceta individual, lejos de otras plantas.

La segunda planta que también podría enfermar a las otras que tengas en casa
Otro ejemplo es el romero, que aunque si bien es muy útil y aromático, puede alterar el crecimiento de especies más delicadas si comparte el mismo espacio por mucho tiempo, especialmente si el suelo no drena bien.
Por eso, es importante identificar cuáles son esas “plantas dominantes” y aprender a combinarlas correctamente, ya que puede marcar la diferencia entre un jardín que florece y uno que se marchita lentamente.

