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¿En la buena? Jimena Pereyra dice que no hay rencores con Carolina Soto que será coach en Rojo

Las ex compañeras de competencia en el programa fueron protagonistas de la polémica debido a su distanciamiento por dichos de Soto a la pareja de Pereyra.

Hoy empieza el segundo ciclo de este año de Rojo bajó el lema del «talento no sobra» y con ello, hay ciertos cambios dentro del programa, como que María Jimena Pereyra terminó por pasar de coach a jurado y la cantante Carolina Soto se sumaría al programa, pero como coach.

Estos cambios hicieron noticia ya que ambas ex participantes del programa no se llevan nada bien. La prueba de ello fue cuando Soto se presentó en el programa el pasado 7 de junio y la trasandina que era parte de los coaches, la ignoró e incluso se retiró del set.

El tenso momento elevó una polémica por saber qué sucedía entre ellas. Según el programa farandulero «Intrusos» el problema vendría a raíz de unos comentarios de Carolina sobre la pareja de María Jimena Pereyra.

Lo que sorprendió durante estos últimos días es que ambas serán colegas en Rojo: Soto erá coach y Pereyra será parte del jurado.

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¿Qué ha dicho Pereyra?

Bueno, la trasandina habló con Las Últimas Noticias sobre este reencuentro en pantalla de las cantantes y dijo que habría posibilidad de retomar una buena relación interpersonal. “Tuvieron la gentileza de preguntarme si me incomodaba su presencia, pero les dije que no (…) No hay que tener rencores, hemos tenido nuestras diferencias, pero son cosas que se solucionan”, explicó Pereyra.

Respecto al origen del distanciamientos, María Jimena confirmó que fue por los comentarios hacia su pareja y después de eso nunca se sentaron a hablar. Hemos tenido vidas bien diferentes, pero ahora la vida nos pone otra vez en el mismo proyecto, así es que vamos a compartir”, dijo la cantante.

En otra entrevista a Carolina Soto, la chilena aseguró que como adultas y profesionales no habría problemas, además cree que sería una oportunidad para hablar las cosas. (…) Vamos a trabajar juntas y eso me da esperanzas para limar las asperezas pendientes. No me importaría ser la primera en decirle ‘oye, hablemos’. No estoy en la posición ‘voy a esperar que ella me hable’. Si tengo que hablar yo, lo voy a hacer y no por el trabajo, sino porque me nazca”, explicó Soto.


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