A propósito de la polémica de Nano Calderón, Daniel Valenzuela alzó la voz para condenar la forma en que algunos medios han llevado el tema.
Y en particular, empatizó con la situación de Raquel Ardandoña, basado en su propia experiencia de exposición ante la prensa.
A través de su cuenta de Instagram, el animador de TV+ compartió un extenso mensaje.
‘De verdad no siento precisamente simpatía por Raquel, pero tampoco animadversión, pero lo que ha sucedido en los últimos días, respecto a la forma que tiene cierta prensa, de cubrir, reportear y acosar de manera asquerosa a esta mujer (SER HUMANO), no me hace más que empatizar con ella’, comenzó relatando el comunicador.
‘Dirán que Raquel siempre expuso y lucró con su vida personal. Lo justificarán con esa estupidez de que cuando abres la puerta a la prensa, ya no la puedes cerrar, o que ella misma es presa de su muy desafortunada frase «con plata baila el monito». Nada de eso les da derecho a «revolver la mierda», de algo tan íntimo y doloroso con su especulación y manoseo’.
‘La información, que por cierto entiendo, tiene que existir (porque involucra un tema judicial,) pero ésta debe ser prudente, profesional y cuidadosa. El acoso periodístico, como el que he visto y revivido en estos días debiera ser regulado’.
‘Varios que estaban del lado de la opinión y festinaban en cada programa, con algún dolor familiar ajeno, uno a uno la vida se ha encargado de devolverles cada una de sus palabras y vivirlo en carne propia. Y ahí se dan cuenta de la mala clase que fueron (no daré nombres, está claro). Vieron que no es nada fácil estar en esos zapatos’.
‘Dejemos que la justicia actúe precisamente en justicia y permitamos que la familia sane, aprenda y crezca. Antes de cualquier profesión, somos seres humanos, seamos seres más nobles, más prudentes y más empáticos, con todos. Ha pasado el tiempo, les ha tocado el dolor de vuelta, vivimos en pandemia y no hemos aprendido nada!!’, remató Daniel Valenzuela, quien desactivó la opción de comentarios para esta publicación que acompañó con el rostro de Raquel.