Con la llegada del invierno, muchas personas se preguntan cómo usar de manera eficiente los sistemas de calefacción, especialmente el aire acondicionado. ¿Es mejor dejarlo encendido todo el día o prenderlo solo cuando realmente se necesita?
Los expertos en climatización coinciden en algo: el mal uso de este sistema puede duplicar el gasto eléctrico en invierno por lo que la clave está en la temperatura elegida, la calidad del aislamiento y la programación del aparato.
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Apagar o no el aire acondicionado
Aunque mantener una temperatura constante, puede parecer una buena idea para mantener el hogar cálido, hacerlo sin una buena aislación térmica podría ser un gran error. Dejar el aire acondicionado funcionando todo el día en una casa mal aislada genera un uso constante de energía, lo que se traduce en un aumento considerable en la cuenta de la luz.
Aunque si tu vivienda queda vacía durante muchas horas, los expertos recomiendan apagar el aire y volver a encenderlo al regresar. En ese caso, lo ideal es usar la función de programación horaria o encendido remoto para enfriar justo antes de volver.
Para eso, muchos modelos actuales cuentan con funciones de programación horaria o encendido remoto desde el celular, lo que permite optimizar el consumo sin pasar frío.
¿Cuál es la temperatura ideal?
Según explica la ingeniera en climatización Elizabeth Correa, docente de INACAP, subir demasiado la temperatura no significa que tu casa se calentará más rápido, solo gastarás más energía sin mejorar el confort térmico.
“Por cada grado extra, se estima un aumento del consumo en calefacción de entre un 6% y un 8% mensual”, advierte.
Para mantener una buena sensación térmica y no disparar la cuenta de la luz, la experta recomienda ajustar el aire acondicionado entre 19°C y 21°C durante el día. Y no más de 18°C durante la noche, especialmente si se usa en dormitorios. Este rango permite un equilibrio entre comodidad y eficiencia energética.
Otros consejos clave
- Aísla bien tu hogar: Sellar puertas y ventanas, usar cortinas térmicas y evitar filtraciones puede hacer una gran diferencia en la retención del calor.
- Mantén el equipo limpio: Los filtros sucios hacen que el aire acondicionado trabaje más, aumentando el gasto y reduciendo su vida útil.
- Revisa la etiqueta energética: Los equipos con clasificación A o superior consumen menos energía.
