Durante una íntima conversación con su compañera de encierro, conocida como “Chilota”, Eskarcita sorprendió con una reveladora confesión en uno de los capítulos del reality Mundos Opuestos.
La exchica reality abrió su corazón al referirse a una situación personal vinculada a su expareja, el streamer Julitroz, con quien mantuvo una relación antes de ingresar a la competencia extrema.
"Me gustaría hablar con el Julio (expareja) igual. Más allá de 'te extraño y perdón', es por el tema del test. No quiero que se preste para hueás", señaló, aludiendo a un episodio ocurrido semanas atrás, cuando solicitó a la producción un test de embarazo, cuyo resultado fue negativo.
Pese a ello, Eskarcita admitió que su inquietud persiste debido a un retraso menstrual.
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"Todavía no me llega la regla, son varios días y no quiero que se preste de que me estoy metiendo con el Alan, porque no ha pasado nada acá", comentó, dejando claro que dentro del encierro no ha tenido intimidad con el competidor.
Con un tono irónico agregó que "no soy la Virgen María para que me toquen el hombro y quedo preñada. Y afuera igual se va a prestar para hacer polémica con algo delicado".
Ante esta declaración, “Chilota” no dudó en preguntarle si ha contemplado la posibilidad de que efectivamente esté embarazada.
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La respuesta de Eskarcita
Ante la inquietud planteada por su compañera “Chilota” sobre la posibilidad de estar embarazada, Eskarcita sorprendió al revelar que, de llegar a confirmarse, no sería algo que le genere temor. Por el contrario, aseguró que lo recibiría con alegría y que no contemplaría la opción de interrumpir la gestación.
“Yo feliz de tener un hijo. No me asusta, de verdad quiero, sea sola o con él, no interrumpiría el embarazo"afirmó. Fue entonces cuando la joven hizo una confesión personal que dejó a todos en silencio: "Yo ya interrumpí un embarazo a los 16 años, yo aborté en segundo medo"
Con franqueza, explicó que en aquella ocasión las circunstancias no eran las adecuadas para convertirse en madre, y que la decisión estuvo influida en gran parte por su madre.
"Las condiciones no eran las adecuadas, y mi mamá influyó harto en el tema. Mi pareja no era para nada un futuro prometedor para un bebé, de hecho, ahora está en la cárcel. Mi mamá sabía que yo iba a ser más feliz sin ellos. Veía un futuro prometedor para mí sin un hijo con él, porque era un hueón mediocre”, relató.
Sin embargo, Eskarcita reconoció que aquella experiencia le dejó una huella emocional que todavía la acompaña.
"Es un peso. Siempre pienso en eso, que después no podría, que tal vez Dios me va a castigar y en el futuro no podré tener hijos por haber elegido no tenerlo, o que nazca con complicaciones. Eso me pesa muchísimo”,confesó.
