Recientemente, Álvaro Ballero comunicó su separación con Ludmila Ksenofontova, con quien llevaba 17 años de relación y cuatro hijos en común.
En este contexto, es que el exchico reality ha estado compartiendo distintas reflexiones en su cuenta de Instagram sobre el doloroso momento que viven como familia, pero esta vez sorprendió con una inédita confesión, dando luces de por qué el matrimonio habría llegado a su fin.
"Estas semanas han sido terribles, el dolor más profundo que he sentido, para mí el matrimonio era para toda la vida, pero me equivoqué una y otra vez, estoy tratando de mejorar, ser mi mejor versión, pero lo veo difícil, no sé si podré serlo", partió diciendo Álvaro Ballero.
"Solo sé que mi familia era mi único motor y hoy está quebrada, he vivido momentos muy duros, desde la pérdida del trabajo perfecto hasta tener que vender mi departamento de ensueño por las deudas, no sé si saldré de este hoyo en el que estoy, debo hacerlo por mí y por los niños", detalló.
La pena de Álvaro Ballero
Álvaro Ballero comentó que, "me equivoqué con mi mujer, pero quiero que sepan que no fui yo quien dio el paso al lado, eso tampoco me hace mejor que ella, tampoco es cierto que no la dejaba trabajar como escriben sus seguidoras o especulan los medios, no fue así", añadió.
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Esto último, luego de que supuestamente se revelara que el exchico reality buscaba una familia conservadora, es decir, el hombre trabaja y la mujer se queda al cuidado de los hijos y casa.
Según el empresario, este último tiempo incentivó a Ludmila Ksenofontova a que entrara a trabajar. "Le pedí que se reincorpore como profesional, y apoyé en casa todo momento porque el trabajo en el circo es de 5 a 12 de la noche en la semana y de 14 a 1am los fines de semana, pero entró al circo, ese fue el inicio del fin, dicotómicamente el circo nos unió y después nos separó", comentó.
Recordemos que al día de hoy, la bailarina rusa trabaja como patinadora en un circo.
"Debo ser fuerte y dejarla ir"
"Amo a esa mujer por sobre todo en mi vida, pero debo ser fuerte y dejarla ir. Espero el tiempo sane las heridas, aunque no lo sé, fueron 17 años, los más hermosos de mi vida, pero no bastó, fui un ser odioso y deprimido los últimos 3 años, no pude salir de la mier...", reconoció Álvaro Ballero.
"Ahora a luchar no sé contra quién o quiénes, ahora me siento solo y debo saber cómo enfrentarlo", expresó.
Junto a la confesión, subió una foto de Ludmila Ksenofontova. "Ludmila es esta imagen, pura luz y brillo, pero la opaqué y este es mi consecuencia. Me quedaré con esta imagen, con la de una mujer fuerte y resiliente, que siempre priorizó a sus hijos y los hizo felices. Gracias por estos 17 años. Gracias por ser el ser más increíble y luminoso que se topó con este ogro", señaló.
