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¡Alarmante cifra revela que los chilenos somos una sociedad con altos índices de obesidad!

Un estudio internacional reveló que no estamos tan bien con respecto la obesidad en Chile. De hecho, el alza de peso en nuestro país es superior al promedio mundial, tanto en hombres como mujeres.

Perder peso

Terminó el verano y muchos comenzamos a sacar los cálculos de cuántos kilitos de más ganamos durante la temporada de descanso. Y ahora aumentó la preocupación porque un estudio internacional reveló que no estamos tan bien en Chile. De hecho, el alza de peso en nuestro país es superior al promedio mundial, donde el aumento fue de 6,6 kilos en los hombres y 6,3 en las mujeres.

¿Y cómo se traduce eso en cifras chilenas? Entre 1975 y 2014 los hombres subieron 9,4 kilos y las mujeres 8,5 en promedio en los últimos 40 años.

Obesidad

Los cambios en Chile

Cabe señalar que la investigación analizó los cambios en la sociedad chilena: hace 40 años la desnutrición era uno de los grandes problemas de salud del país junto con la pobreza; ahora la situación apunta al foco contrario, la obesidad.

Los datos se desprenden de un estudio del grupo de investigación en Factores de Riesgo para Enfermedades No-transmisibles (NCD-RisC) y publicado en la revista científica The Lancet, que analizó las tendencias en el índice de masa corporal (IMC) entre 1975 y 2014 en 200 países del mundo.

«Chile se posiciona dentro de los 50 primeros países en el mundo en prevalencia de obesidad», explicó a «La Tercera» la autora del trabajo, Mariachiara Di Cesare, académica de salud pública de la U. de Middlesex (Reino Unido). Y agregó: «En América Latina (excluyendo al área del Caribe) los hombres chilenos son los terceros (después de Argentina y Uruguay) en prevalencia de obesidad, uno de cada cuatro es obeso, mientras que las mujeres chilenas se posicionan en el segundo lugar (después de México) con una de cada tres mujeres adultas obesa».

¿A qué se debe estos altos índices de obesidad?

Según reveló la experta, esta obesidad tiene relación con un cambio en el equilibrio energético. «Se debe a un aumento importante de ingesta calórica, especialmente la ingesta de alimentos densos en energía, y una disminución en la actividad física y aumento en estilos de vidas sedentarios», explicó al medio citado.


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