Mario Horton es uno de los personajes televisivos más exitosos de esta temporada y es que su personaje del Padre Reynaldo en «Perdona nuestros pecados» se ha transformado en toda una sensación para los seguidores de la teleserie nocturna de Mega.
En la nueva portada de la revista «Cosas», el actor habló sobre su personaje, el desafío frente a las contradicciones de éste y mucho más.
El padre Reynaldo
Con respecto a su rol, Mario Horton confesó que sentía que era un tema importante de poner sobre la mesa. «Yo pensé que esto podía generar una discusión respecto al celibato, por ejemplo, o respecto al rol de la Iglesia Católica en la sociedad chilena, con todo lo que ha pasado últimamente», expresó.
Y agregó que «yo he tratado de trabajar las contradicciones del personaje más allá del que un cura que se siente atraído físicamente por una mujer. Esa es la lectura más fácil. A él no le gusta lo que le está pasando, para él no era placentero empezar a sentir estas cosas por María Elsa y ha luchado con todas sus fuerzas por contener esos deseos, porque su llamado es otro».
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El boom
«El guión tiene una cantidad de giros que son difíciles de encontrar en otras producciones y eso se ha cristalizado en que haya una segunda temporada. Entonces, creo que eso también impactó de algún modo en el género de las teleseries en Chile, en un momento en que se estaba diciendo que estaba agónico. Esta teleserie demuestra que la gente sí quiere ver ficción chilena», enfatizó.
Escenas de violencia
«Perdona nuestros pecados» tiene varias escenas de violencia y agresiones que han impactado a los televidentes. ¿Cómo graban en esos casos? Horton detalló que «en términos de cómo uno enfrenta esas escenas, claro que hay un desgaste distinto. Muchas veces nos preguntan si nos quedamos pegados con el personaje cuando volvemos a la casa, por ejemplo, y no… no es es que llegue a pegarme latigazos como el cura (se ríe)».
En relación a la forma en que el público se tomó esas escenas, Mario expresó: «En un principio asomaron ciertas críticas, como que eran muy violentas. Pero yo creo que la teleserie es mucho menos violenta que lo que es la vida en general. A mí me parece que nuestro país es bastante violento y uno lo puede ver ahora con las discusiones valóricas, los temas que han estado en la agenda últimamente como la inmigración, la discusión sobre el aborto, sobre la ley de identidad de género. El nivel de violencia que hay en estas discusiones a mí me parece que es muchísimo mayor que lo que nuestra teleserie pueda proponer».
Si quieres revisar la entrevista completa, corre por tu edición de la revista «Cosas» en los principales kioskos del país.