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Preparativos para el Festival, parte 2

Ahora sí que sí…. ¡vamos a hacer el recorrido de mis compras festivaleras!

Primero que todo les hago un pequeño recordatorio: me fui en una volada muy personal, que pueden leer en la nota anterior, en donde les explico porqué decidí no recurrir al diseño local.

Después de tomar esa decisión tenía solo dos opciones: comprar mis propios vestidos y asumir el costo como una inversión, o pedir en las distintas tiendas de lujo vestidos prestados (lo que hacen la mayoría de nuestras estrellas). Como lo sencillo y simple no es lo mío, y tampoco me gusta quedarme con lo establecido, lógicamente tuve que tomar el primer camino.

¿Hay alguna loca por ahí como yo? Hubiera sido mucho más barato y también más fácil. Todos me llamaron obsesiva, pero mi familia entendió lo importante que era esto para mí y me apoyaron. Fueron mis hermanas (que siempre me logran convencer de todo) las que me motivaron a partir a Miami a comprar mis prendas. ¡Fue la mejor decisión!

Sin embargo, mi recorrido no partió en Miami, si no en un viaje un poco frustrado a Brasil, en el que lo pasé increíble pero no tuve tiempo para comprar todo lo que necesitaba. En esa oportunidad sólo encontré 2 de los 7 vestidos que necesitaba.

En un paseo por la calle más importante de Sao Paulo, Rua Oscar Freire y sus alrededores, encontré un hermoso vestido blanco de Carlos Miele (diseñador bastante reconocido) y un kimono muy entrete de Mariana Barra (diseñadora brasileña que trabaja con telas hechas y diseñadas por ella lo que hace sus vestidos, uno de cada especie).

Llegué a Chile decepcionada porque pensé que al menos iba a encontrar 5 vestidos. Por lo que me puse de lleno a buscar por internet en mis tiendas favoritas vestidos cool pero largos. Ardua misión. Pasé dos semanas completas en la web, con un presupuesto de 500 dólares por vestido. Encontré 3 vestidos y después de pensarlo montones me atreví a comprarlos, porque mi hermana vive allá y no me iba a costar tanto devolverlos si no me gustaban. Tuve que esperar dos semanas más por ellos y cuando llegaron casi me pongo a llorar: eran nada que ver a lo que había visto en fotos, las telas de veían ordinarias… ¡un verdadero desastre!

El viaje a Miami vino después, cuando comprendí que estaba muy encima de la fecha, que no existía opción de hacerme algo que me dejara 100% tranquila e insistiendo en no pedir nada prestado. Mi hermana, que trabaja en LAN, me cotizó un vuelo y por esas ofertas especiales, me salía súper barato. Sólo que no tenía una fecha para poderme ir. Finalmente encontré un fin de semana idóneo, pero era súper encima del festival. El viaje a Miami era el todo por el todo: mi última opción para lograrlo.

Viajé, sin hotel ni auto ni nada. Sólo me subí al avión y en menos de 3 días tenía que comprar 5 vestidos que me dejaran 100% feliz. Yo soy una persona compleja para este tipo de elecciones, así que tenía a mi familia pegada al teléfono y venía con miles de restricciones:

  • Primero, nada excesivamente sexy porque no quería entrar a competir con chicas que efectivamente sí lo son.
  • Segundo, cero brillantina, lentejuela o brillos varios. Ya está muy visto.
  • Y por último, los 7 debían ser vestidos largos. Nada de pantalón, nada de vestido 3/4, mini, etc. 100% elegante y con mis propias reglas.

Pero mis reglas resultaron ser bien estrictas al llegar a Estados Unidos. Además tuve que aumentar mi presupuesto por vestido, porque no estaba encontrando nada del precio. Lógicamente no tenía el dinero para comprarme todos los vestidos de marca y a precio normal. Por el contrario, esto es todo auto financiado y quería gastar lo menos posible. Al mediodía partí a Sawgrass Mills Mall, después de llegar a las 4AM al aeropuerto de Miami y hacer una hora y media de fila para entrar. Dejé las maletas, arrendé un auto, fui a hacer radio y a las 2 de la tarde ya estaba en mi primer destino. Fue un primer día horrible. Vi unos vestidos ferocez de feos y compré dos porque me estresé de no encontrar nada y luego (como Sawgrass es outlet) no los pude devolver.

Al día siguiente fui al mall más grande y moderno de la zona: el Aventura. La gracia es que tiene tiendas como Bloomingdales, Neimann Marcus, etc. Son tiendas por departamento, pero de muy alto nivel y que tienen una buena sección de ropa de diseñadores. Gracias a Aventura encontré muchas opciones. Mi familia estaba 100% comentando y no fue fácil darles en el gusto. Pero al final de la jornada logré 6 vestidos en total. Compré algunos cortos, por si no lograba encontrar todo lo que necesitaba. En algo tenía que transar.

Ya tenía una buena cifra: 5 largos, 1 enterito y 2 a media pierna. Tenía todo lo que necesitaba para verme a mi gusto pero por esas cosas de la vida me paso un mini milagro que me arreglo el panorama y me dejo mil veces mas contenta con mi desempeño. Una amiga muy querida le tocó ir a Miami por trabajo y nos juntamos el domingo. Le ofrecí dos panoramas: ir al Sawgrass para que lo conociera (a pesar que ya había ido) o ir de paseo a South Beach para ver la playa y los alrededores. ¡Ella eligió el Sawgrass como buena mina! Yo también lo hubiera elegido.

Llegamos al Sawgrass con toda la calma y almorzamos. Yo había ido mil veces pero de coincidencia justo vimos una salida al exterior que tenía una cafecito lindo. Resulta que entramos a una terraza con una cuadra completa de tiendas de lujo. Estaban celebrando su primer añito (por eso no sabía de ella) y tenía desde Furla a Helmut Lang. De lo más princesa a lo mas rockero. Un verdadero paraíso.

Yo me tenía que ir en 2 horas directo al aeropuerto y andaba con todo en el auto. Vi esta situación y casi me desmayo. ¿Cómo iba a ver todo eso en 2 horas?. Empecé a correr y mi amiga tuvo que asumir que íbamos a tener que ver vestidos. Entendió perfecto y fue la mejor consejera. ¡Un 7! Cuento corto: después de vitrinear tiendas a la rápida y corriendo llegué a la penúltima de ellas sin novedades. Pero cuando entré al outlet de Cavalli mi vida cambió: 2 vestidos hermosos se sumaron a mi stock, logrando así 7 vestidos de alta costura y mi meta para el viaje.

A pesar de todos los ires y venires, finalmente las cosas salieron a la perfección. Aunque otra cosa fue llegar y armar las tenidas. Esa conversa da para largo, pero puedes revisar todos los videos que subí a mi canal de youtube, que reúnen toda la previa que hicimos con mi equipo de producción en la prueba de vestuario y maquillaje para cada look. ¡Una labor realmente maratónica!

Así han sido mis looks del Festival, ¿cuál es tu favorito? (pincha la foto y podrás verla ampliada)

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