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Pantys: Cómo y cuándo usarlas

Es un tema que no deja de ser controvertido y que genera opiniones divididas entre los expertos. Algunos les dicen sí, otros un no rotundo. Hablamos de las comentadas pantys. La verdad, he visto cómo en el extranjero, especialmente en Nueva York, las mujeres se pasean sin pantys mientras cae nieve tupida y corre viento afuera. ¡Pero! vivimos en países con realidades muy distintas.

Mientras en las grandes orbes en la época de frío, la vida transcurre puertas adentro, en Chile nos toca enfrentar el frío no solo en la calle, sino también en los trabajos, en las universidades e incluso en la casa. Por ende, yo sí apoyo el uso de pantys en Chile, porque es un país poco calefaccionado y, a menos que te quieras morir del frío, optas por esta prenda o estás obligada a usar pantalones todo el invierno.

A continuación, te doy las claves para usar pantys y que no parezcan una malla falsa sobre la piel:

  1. El color. La panty transparente no puede ser más clara que tu piel ni tampoco más oscura. Mucho cuidado con querer tostar levemente las piernas. Acá la regla es como la base de maquillaje: si estás blanca, bueno, blanca tendrán que ser las pantys, de lo contrario se verán muy poco naturales y elegantes. Empecemos a superar el cliché de las piernas tostadas (esto solo existe en Chile). Nunca escuché a una parisina reclamar por tener las piernas blancas como papel. Respetemos nuestro tono de piel natural, siempre será el más bonito.
  2. Mate, siempre mate. Otra discusión que da para un largo debate. Yo me quedo con las pantys con acabado mate, sin brillo, porque me parecen mucho más naturales. Esta regla es casi obligatoria cuando nos van a sacar fotos, como en un matrimonio o alguna actividad social. La panty brillante casi siempre es un desacierto.
  3. ¿Apretadas o no tanto?. En su justa medida. Si te quedan grandes, provocarán el poco deseado efecto de patas de elefante arrugadas en los tobillos y en las rodillas. Si están muy apretadas, tarde o temprano algo no la piel se notará apretada por debajo, a menos de que se trate de una malla de panty gruesa (como las que se usan para las várices). Respetemos la talla.
  4. ¿Y los colores? Peligroso, pero no por eso menos entretenido. Si bien la panty negra se convirtió en casi un básico de clósets en los últimos años, no estoy segura de que sea la mejor opción siempre. Si bien, al ser oscuras nos ahorran bastantes problemas, también nos enfrenta de golpe a la textura y malla de la panty: si es muy delgada podrá ensanchar nuestras piernas y si es muy oscura o gruesa parecerán calzas. Ocupémosla para looks puntuales, pero no como el comodín máximo, porque puede ser muy engañoso.
  5. Estampados. Siguen la misma regla de estampados generales de la ropa. Mientras más grande el estampado, más agranda y lo contrario. Aun así, perfectamente puedes arriesgarte si eres de piernas largas o estilizadas. Considerar siempre que la panty con estampado cobrará absoluto protagonismo y, visualmente, pasará a ser otra prenda más en vez de ser una segunda piel.

Estas combinaciones, mejor no:

  • Panty negra y shorts.
  • Panty negra y zapato bajo.

Por ningún motivo:

  • La panty con algún punto corrido aunque sea mínimo.
  • La panty media enganchada sin estar rota.
  • La panty que ya superó su periodo útil y los elásticos cedieron.

Sigue a Nicole Putz en su Instagram: @nicoputz


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