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Lo que no sabías de la infidelidad: descubre 3 mitos sobre ser o no infiel

En términos generales, podemos entender la infidelidad como el no cumplimiento del acuerdo (explícito o no) de exclusividad sexual y/o emocional.

Infieles

En términos generales, podemos entender la infidelidad como el no cumplimiento del acuerdo (explícito o no) de exclusividad sexual y/o emocional, estableciendo un vínculo de corto o largo plazo, con un tercero.

Algunos de los mitos relacionados con la infidelidad, son los siguientes:

Los hombres son mucho más infieles que las mujeres

Si bien la mayoría de las personas esperarían que su pareja les dijese si es que ha sido infiel, esa misma mayoría no haría lo mismo, si es que ellos lo estuvieran siendo. Los secretos son parte de la infidelidad. Al ser algo que le ocultamos a nuestros cercanos, es altamente probable que ocurra lo mismo, al responderle una encuesta a un desconocido.

Por lo tanto, es difícil saber a “ciencia cierta”, qué tan infieles somos y si hay diferencias significativas entre hombres y mujeres. Sin embargo, las estadísticas aseguran que el 50% de los hombres han sido infieles, versus un 40% de las mujeres. Hay otros que pensamos que las mujeres son más hábiles y que en este tipo de encuestas, no abunda la honestidad…

La infidelidad se puede prevenir

En el imaginario colectivo, pareciera rondar la idea, de que si tanto en la relación de pareja, como en cada uno de manera individual, anda todo bien, se podría evitar la infidelidad.

Una experta en el tema es la Dra. Shirley Glass, bautizada por el New York Times como “la hada madrina de la investigación sobre infidelidad”. Glass acuño el termino: “El mito de la prevención”, para referirse a la creencia errada de que podemos evitar la infidelidad. Si consideramos la extensa evidencia empírica que existe al respecto, hoy sabemos que la infidelidad no es necesariamente producto del desamor, de la insatisfacción con la pareja, o de frustraciones en el ámbito sexual.

Tampoco implica que ocurra en personas sin principios valóricos o morales, que sea parte de un trastorno de personalidad o consecuencia de traumas de la infancia. Es más; puede que la infidelidad, sea para muchos, una solución bastante racional, ante lo irracional que les resulta la expectativa monogámica. El hecho de que pueda existir infidelidad, sin necesariamente ser síntoma de que algo está fallando, parece ser algo difícil de entender y asimilar. 

La infidelidad existe desde que inventamos la monogamia, existe en Talca, en Paris y en Londres. Existe en parejas felices, infelices, heterosexuales, homosexuales, bisexuales, pansexuales, de cualquier raza y cultura; incluso existe en aquellos lugares donde te pueden apedrear hasta la muerte por hacerlo. Esto no quiere decir, que no se puedan hacer cosas para disminuir las probabilidades de que ocurra.

 

 

Si alguien es infiel una vez; seguirá siempre siendo infiel

Parece estar muy arraigada la creencia, de que, si alguien fue infiel una vez, volverá a serlo en el futuro. Como se dice en buen chileno: “nace chicharra, muere cantando”.

Ante este panorama, tendríamos que ser muy ilusos para perdonar a él o la chicharra. Sin embargo, la suposición de que la infidelidad siempre se volverá a repetir, es simplemente eso; una suposición. Es lo que se conoce como el mito de la reincidencia.

Los hechos nos demuestran que existe un alto porcentaje de casos, en los que la persona que fue infiel, no vuelve a serlo nunca más. Existe un arrepentimiento genuino y se mantienen firmes al compromiso de no reincidir. Esto, generalmente se ha constatado, en las infidelidades accidentales u ocasionales, también conocidas como “canita al aire”.

Es decir; intercambios netamente sexuales, que ocurren de manera puntual, en determinadas circunstancias y asociados a la oportunidad. Tomemos por ejemplo el caso de María Angélica, que estando en un congreso de psiquiatría en Playa del Carmen, estuvo bailando con uno de los expositores durante toda la noche de clausura. El colega en cuestión, era por votación unánime “lejos el más mino del congreso”. María Angélica no durmió en su habitación esa noche…y despertó con doble resaca al día siguiente. Esto no quiere decir, que no existan chicharras, Don Juanes, Casanovas o infieles crónicos.

En el programa de esta semana seguiremos profundizando sobre el tema. Escúchanos este jueves en “Cómplices, Los Dos”, de 20:00 a 21:00 horas. ¡Puedes comentar con nosotros usando el hashtag #ComplicesFMDOS!

Rodrigo Jarpa es Magíster en Psicología Clínica, Doctor en Sexualidad Humana. Fundador & Docente, Academia de Psicología & Bienestar. Miembro de la American Association of Sexuality Educators, Counselors and Therapists.

Síguelo en su cuenta de Twitter: @rodrigojarpa

¿Tienes alguna duda que quieres resolver sobre este u otro tema? Deja tus preguntas para que Rodrigo Jarpa pueda seleccionar y contestarlas en una próxima columna:

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