La palabra filofobia viene del griego philos, ‘amor’, y de phobia, ‘miedo’ y en términos simples, se puede definir como el miedo a enamorarse. También puede ser miedo a conectar emocionalmente con una potencial pareja y expresar sus sentimientos, así como a entablar una relación o el miedo a no poder mantenerla.
La filofobia no es una condición o “trastorno” propiamente tal, que pueda ser diagnosticado; sin embargo, cuando ese miedo irracional al amor es intenso y limitante, puede ser una fuente de mucho sufrimiento.
Estas son algunas de sus principales características de la Filofobia:
El miedo a enamorarse puede tener muchas causas potenciales, entre ellas:
Experiencias anteriores
Las relaciones pasadas traumáticas pueden contribuir al desarrollo del miedo a enamorarse. La infidelidad, la traición o el desamor pueden hacer que se eviten las relaciones románticas. Estas experiencias pueden haber sido vividas en primera persona o haber sido testigo de ellas, como por ejemplo en la familia de origen (en los propios padres).
Experiencias culturales
En algunas culturas, existe la obligación de casarse a una edad temprana en matrimonios arreglados. Esta puede ser una imposición cultural que se busque evitar a toda costa. En este caso, el aspecto “irracional” característico de las fobias, es a lo menos cuestionable, ya que la irracionalidad estaría más en la imposición que en el miedo a cumplirla.
Miedo al rechazo
La mayoría de las personas pueden sobreponerse al rechazo, pero si se han vivido una seguidilla de rechazos dolorosos, el temor a sufrirlo nuevamente puede influir en la evitación de experimentarlo.
Gran parte de las personas experimentan cierto nivel de ansiedad o miedo a la intimidad, al compromiso o al enamoramiento en algún momento de sus vidas. Sin embargo, esto puede convertirse en un problema si te hace perder libertad, te dificulta vivir la vida que quieres vivir y te genera sufrimiento. En ese caso, y más allá del nombre o de si tienes una fobia o no, puede ser útil buscar ayuda.
La mayoría de las relaciones íntimas e importantes, suelen llevar de la mano una serie de desafíos. Conocer nuestros miedos y expectativas, y cómo influyen en nuestro comportamiento, es un paso valioso para construir relaciones satisfactorias en el tiempo.
Por Rodrigo Jarpa
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