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¿Cómo manejar las conductas pasivo-agresivas en la pareja? 

Descubre las conductas que son pasivo-agresivas y que se pueden ser poco evidentes pero destructivas. Conócelas aquí.

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Hay relaciones en las que la agresividad y la pasividad se manifiestan de maneras poco evidentes pero destructivas. A menudo, se trata de conductas pasivo-agresivas; patrones de comportamiento en los que una persona expresa su enojo, frustración o descontento de manera indirecta o disfrazada. Estas conductas pueden incluir el silencio prolongado, el sarcasmo, el resentimiento oculto y la manipulación emocional. A menudo, quienes adoptan estas conductas tienen dificultades para expresar sus necesidades y deseos de manera directa y asertiva. 

Algunos ejemplos de conductas pasivo-agresivas de tu pareja: 

El uso del sarcasmo o comentarios hirientes disfrazados de «bromas». 

Quejarse de ser incomprendido o no valorado. 

Envidia y resentimiento hacia aquellos que parecen más afortunados. 

El silencio prolongado o la negativa a comunicarse sobre problemas importantes. 

La manipulación emocional y/o la victimización. 

La procrastinación o la falta de compromiso constante en la relación. Se puede comprometer a hacer algo y no cumplir. 

La crítica constante y la falta de reconocimiento de las acciones positivas del otro. 

Si tu pareja tiene este tipo de conductas, es posible que te sientas enojado, confundido o impotente al intentar obtener cooperación.  

Peleas de parejas
Crédito: Getty Images

¿Qué hacer? 

Fomentar una comunicación abierta y honesta: Invita a tu pareja a expresar sus sentimientos y preocupaciones de manera directa, sin temor a represalias. 

Intenta comprender las necesidades y perspectivas de tu pareja, y busca soluciones mutuas. 

Define límites claros sobre lo que es aceptable o no en tu relación.  

 Es importante no reaccionar. Cuando regañas o criticas a tu pareja, intensificas el conflicto y le das más excusas y argumentos para negar su responsabilidad.  

 No seas pasivo ni agresivo. En lugar de eso, puedes ser asertivo. Es mejor abordar directamente los problemas en la relación. Plantéalo en términos de “Tenemos un problema”, no de “Tú eres el problema”. No culpes ni juzgues a tu pareja, pero describe el comportamiento que no te gusta, cómo te afecta a ti y a la relación, y qué es lo que te gustaría que fuera diferente.  

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Escrito por @rodrigojarpa 


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