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3 recetas para meterte en problemas (sexuales) 

Descubre los problemas sexuales más frecuentes que cometemos y las posibles soluciones que lo podemos dar.

Problemas Sexuales
Getty Images.

“Algunas personas trabajan duro para hacerse la vida más difícil”, Frank Sonnenberg 

 De acuerdo al gran psicólogo y filósofo austriaco Paul Watzlawick (1921-2007) existen 3 modos erróneos de enfrentar una dificultad y así, meternos en problemas. Estos son: 

Los 3 problemas sexuales más frecuentes

1.- Intentar negar la existencia de una dificultad o problema y no emprender acciones para solucionarlo

Esto es muy frecuente en el contexto de parejas heterosexuales, cuando el hombre presenta alguna dificultad sexual. Muchas veces deja pasar el tiempo, esperando que las cosas se resuelvan de manera natural (sin que esto ocurra). Hay factores culturales que explicarían la dificultad de algunos hombres para pedir ayuda, (más aún cuando se trata de su sexualidad). En estos casos, junto con el problema inicial que se hace crónico y se intensifica, puede surgir un nuevo problema. Este se relaciona con la interpretación por parte de su pareja de que no le interesa arreglar las cosas, que no le importa ella y/o la relación. 

2.- Intentar resolver un problema que no es tal o que no puede evitarse

Un ejemplo es la disminución paulatina del deseo y/o la inexistencia del deseo espontáneo. Frente a esto, se puede partir por ir a ver a un doctor, que pide una extensa lista de exámenes médicos para ver cómo andan las hormonas. Y si bien el trabajo en conjunto y la evaluación médica son importantes, la prevalencia de causas orgánico-hormonales en el terreno del deseo es bajísima. Como muchas parejas al principio de la relación experimentan «deseo espontáneo», cuando este disminuye o “desaparece” con el tiempo, piensan que tienen alguna disfunción, trastorno, patología o problema médico. Puede que la persona con mayor interés por el sexo, refuerce la idea de que hay un problema, enrostrándole al otro que al principio siempre tenía ganas. 

3.- Se emprende una solución inadecuada

Esto da lugar a un “juego sin fin” en el que la “solución”, en vez de terminar con el problema, lo mantiene o aumenta. Algunos ejemplos de esto son forzarse a tener una erección, un orgasmo o sentir deseo espontáneo. 

Hay otros ejemplos que puedes poner prueba ahora mismo. Supongamos que es muy importante estornudar. Eso es lo normal, lo que todo el mundo hace y lo que tu deberías hacer para ser feliz. Entonces, te invito a estornudar 2 veces a la cuenta de tres. Tú puedes! 1, 2 y 3. 

Lee también: Estos son los dos tipos de deseo sexual que puedes experimentar: ¿Con cuál te identificas?


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