El Feng Shui es una técnica milenaria que busca encontrar el equilibrio y proteger las energías que fluyen en el mundo. Esta práctica impacta directamente en cómo se organiza y decora el espacio, buscando armonía tanto en lo espiritual como en lo material.
De acuerdo con sus principios, cada objeto dentro del hogar cumple una función específica en el equilibrio general. Desde los colores de las paredes hasta la ubicación de los muebles, todo tiene un propósito.
Incluso aspectos como la cantidad de ventanas o hacia dónde abren las puertas son considerados claves para crear un ambiente más armónico y equilibrado.
La sal es un elemento muy importante para el Feng Shui
Para el Feng Shui, la sal se considera un elemento con gran poder purificador. Se cree que ayuda a eliminar las malas energías y a atraer la prosperidad cuando se ubica en puntos clave del hogar.
Por eso, a continuación te contamos en qué lugares se recomienda colocarla para favorecer la buena suerte y el equilibrio en el ambiente.
Uno de las primeras locaciones para usar la sal en casa es ubicándola cerca de la entrada principal, siempre en el interior. Este lugar es clave, ya que por ahí fluye la energía hacia el resto del hogar. Se recomienda dejarla en un pequeño recipiente con sal gruesa de la forma más discreta posible.
Otro de los espacios ideales para dejar este elemento, es la cocina, ya que para el Feng Shui simboliza prosperidad. Puedes dejar un salero visible como parte de la decoración, o color un poco de sal gruesa en una taza detrás de la cocina o el refrigerador.
Para la siguiente ubicación podrías necesitar una brújula. Esto debido a que se recomienda dejar un puñado de sal en dirección al sureste de la casa porque la zona es asociada con el dinero y la abundancia. Lo ideal es usar un cuenco de vidrio con sal gruesa y, si se desea reforzar su efecto, sumar monedas. En el baño, lugar que suele drenar la energía, se puede poner un vaso con sal en una repisa alta o tras el inodoro, cambiándolo cada dos semanas.
Finalmente, el Feng Shui advierte que la sal que uses debes cambiarla cada 15 días y tirarla lejos de tu hogar.
