Espectáculos

La cruda confesión de Mariuxi Domínguez que impactó a sus seguidores

Mariuxi Domínguez logró gran popularidad en Chile tras su paso por el programa juvenil "Yingo", donde inició su carrera televisiva en nuestro país.

Mariuxi Domínguez

Mariuxi Domínguez logró gran popularidad en Chile tras su paso por el programa juvenil «Yingo», donde inició su carrera televisiva en nuestro país.

Sin embargo, tras el término del espacio, la joven ecuatoriana se alejó de la pantalla chica y se dedicó a incursionar en una de sus grandes pasiones: el deporte y la vida sana. Así, Mariuxi empezó a utilizar sus redes sociales, especialmente Instagram, para compartir recetas y rutinas deportivas con sus seguidores, incentivando a que cambien sus vidas para llevar un estilo más saludable.

Bajo ese concepto, la joven comenzó a enfocar sus proyectos laborales en su plataforma ViveFit, donde además realiza cursos de cocina saludable.

Sin embargo, sus redes sociales no sólo son para compartir noticias relacionadas a su trabajo, sino que también las utiliza para compartir algunos momentos personales. Ahora último, Mariuxi sorprendió a sus seguidores con una fuerte confesión al explicar que estuvo muchos años viviendo con una depresión y trastornos alimenticios que cada día la echaban abajo.

«¡Doy asco! ¡A nadie le importo! ¡Estoy de sobra en el mundo! Sí, esa y muchas otras frases eran las que me decía y con las que yo me torturaba por más de 3-4 años! Pero, ¿algún día lo notaron? Pues no, pero es un proceso, un ciclo, un ‘estado enfermante’ donde uno siente que no tiene salidas y que todo se pone cada vez peor», narró al principio de su publicación.

Además detalló que estuvo gravemente enferma durante cinco meses debido al estrés y la depresión que estaba sufriendo. La periodista incluso narró que hubo momentos en que ni siquiera tenía dinero para comer, y que en ese entonces, nadie se acordó de ella, aunque igualmente asume que ella no pidió ayuda. Por lo mismo, hizo un llamado a brindar apoyo a sus cercanos, puesto que cualquiera podría estar pasando por un momento así.

«Siempre puedes prestar atención, escuchar un rato, brindar apoyo, un poco de atención, es muy necesario estar atento a tus ‘amigos’. No sabes lo que en verdad están pasando, llámalos, escríbeles, salúdalos, no te va a pasar nada, puedes estar salvando el día de alguien con eso, no asumas que alguien está bien, pregúntale y bueno, si está pasando por momentos duros, escúchalos, solo necesitan desahogarse y sentir que a alguien le importa», agregó.

Tras la intensa confesión, recibió ciento de comentarios de usuarios que también contaron sus experiencias.

A continuación puedes revisar el texto completo:

«¡Doy asco! ¡A nadie le importo! ¡Estoy de sobra en el mundo! Sí, esa y muchas otras frases eran las que me decía y con las que yo me torturaba por más de 3-4 años! Pero, ¿algún día lo notaron? Pues no, pero es un proceso, un ciclo, un ‘estado enfermante’ donde uno siente que no tiene salidas y que todo se pone cada vez peor. Dentro de muchos procesos por los que pasé en los últimos 5-6 años, entre vivir trastornos alimenticios, adicción a ‘verme más aceptable para el medio’, de contar hasta la última caloría, también en querer proyectar algo que no era (nunca) sólo por agradar. ¡Uf, vivir violencia psicológica! (Sí, sí señores, que se burlen de uno o le digan ‘no puedes, eres mala, no sabes hacer nada’, eso también es violencia).

En pasar por tantas cosas, que te confundan de buena y amable por tonta y (…), que te quiten todo, uf. Sí, por todo eso, caí en cama (5 meses) producto de tanto estrés y depresión, y justo en esos momentos nadie te da una mano, una llamada, una sonrisa, una luz. Es duro, es difícil, y es más común de lo que ustedes creen, tener a una persona con depresión profunda y con indicios de rasgos suicidas puede estar más cerca de lo que crees. Sí, así es. El hecho de solo desear que llegue la noche para dormir (y ojalá lo más temprano, eso si es que no era con “inductores”), para así poder desconectarse del mundo, eso era lo máximo. De estar riendo, llorando, riendo y llorando todo el día.

Cuando dudas de tus capacidades y dudas de vivir o el por qué estás aquí, es increíble lo común que es y lo mucho que tú puedes ayudar. Siempre puedes prestar atención, escuchar un rato, brindar apoyo, un poco de atención, es muy necesario estar atento a tus ‘amigos’, no sabes lo que en verdad están pasando, llámalos, escríbeles, salúdalos, no te va a pasar nada, puedes estar salvando el día de alguien con eso, no asumas que alguien está bien, pregúntale y bueno, si está pasando por momentos duros, escúchalos, solo necesitan desahogarse y sentir que a alguien le importa. Todo pasa, todo cambia, y un día puedes ser tú, se puede salir triunfante de todo ¡sólo necesitas decisión y acción, pero sobre todo amor! Gracias Dios por todo. ¡Tú puedes!».

 


Contenido patrocinado

En vivo

Si no supiste amar...